martes, 30 de octubre de 2012

Día 34 - Cuatro tristes patoteros y un firme candidato a la reja (30/10)

Pasado el temporal, sigue el mal pronóstico para las defensas, a pesar que la jornada estuvo dedicada a sus propios testigos, que llegaron con cara de susto, pero dispuestos a decir lo que se les indicó que debían declarar para tratar de mejorar la situación de sus jefes y camaradas.

El primero fue Ricardo Julio Del’Orto, que trabaja en los talleres de Remedios de escalada, que de entrada, reconoció que conoce a casi todos los imputados de la Lista Verde, Alcorcel, Díaz, Uño, Pipitó, Fernández, González, Pedraza, Pérez y Sánchez, pues son sus compañeros. Relató que el 20 de octubre de 2010 llegó a su trabajo como siempre, antes de las 6:30, y un rato después los delegados de la Lista Verde le avisaron que “iban a hacer un acto de presencia en Avellaneda para impedir un corte de vías”.

Allí, vio la manifestación que iba por la calle, “eran menos que nosotros”, que cantaban, iban con banderas, tocaban bombos, y estaban “en la suya, no nos gritaban ni se metían nada con nosotros”. Recordó que uno o dos policías subieron al terraplén y preguntaron quién estaba a cargo de la gente. “Alguien contestó que era Pablo Díaz, que bajó a hablar con la policía. Escuché que los policías decían que no querían kilombo, que hicieran lo que tenían que hacer sin líos”. A la altura del Riachuelo vio que unos pocos quisieron subir a las vías y hubo un intercambio de pedradas, hasta que “los otros” se alejaron unos doscientos metros o más y se quedaron en una esquina.

Llegado el momento de explicar por qué habían bajado del terraplén, Del’Orto habló del calor, y de unos “muchachos que llegaron de Yrigoyen caminando por las vías, que no parecían ferroviarios, pero venían cantando consignas a favor nuestro”. Luego, dijo, alguien gritó “Bajen, bajen, los vamos a sacar” y muchos –también el testigo- corrieron hacia los lejanos manifestantes que habían abierto sus banderas. Dijo que de pronto escuchó disparos y retrocedió, para volver corriendo a las vías.

Cuando la fiscalía y las querellas empezaron a interrogar, saltaron las incongruencias. “Se sobreentiende que si salimos por el gremio estamos liberados, ellos piden autorización para sacar a la gente”, aseguró, y crucificó a los policías imputados: “En la estación había policías federales, y arriba del andén 5 o 6 policías uniformados y un par de camisa o saco y corbata. Debajo de la vía en el puente, al lado de la rotonda, había un carro de asalto. La policía no hizo nada”. También explicó la “democracia” de la burocracia: “Los delegados te dicen vamos para acá, vamos para allá”.

Y terminó reconociendo que, al día siguiente en los talleres había “silencio y miedo porque nadie sabía cómo era la cosa”.

En similar línea, declaró luego Juan Alberto Brandán, que también reconoció a Díaz, Fernández, Alcorcel y González como “compañeros de trabajo”. Como señalero su tarea era caminar las vías, por eso cuando escuchó por radio de la empresa que había “gente en las vías”, fue a ver qué pasaba. Se encontró con sus “conocidos”, y llegó con ellos hasta el puente Bosch. Los de “abajo” iban “con chicos, sacando fotos, filmando, cantando”.

De nuevo, trató de justificar la bajada del terraplén para “buscar sombra”, y, como el anterior, trató de instalar una nueva historia. “Levantaron las banderas y venían hacia nosotros”, quiso justificar contra toda evidencia, contra lo que los videos muestran con claridad.

El tercero fue Ricardo Damián Almada, que hace 5 años trabaja en los talleres de Escalada. “Dijeron que iban a cortar las vías, y que íbamos … que el que quería ir a manifestarse en contra podía ir”, arrancó. ¿Quiénes dijeron?, le preguntamos, “Era vox populi”, trató de arreglarla.

Llegado al puente, contó que los manifestantes "retrocedieron como tres o cuatro cuadras”, y volvió con el cuento de que ellos bajaron a la calle “por el calor”. “Los otros se estaban unificando eran más y se venían acercando como para el lado de las vías, entonces unos compañeros dicen ‘vamos a sacarlos’ y salen corriendo, yo me quedé arriba de la vía”. Con cierta misericordia, lo dejamos ir sin más preguntas.

En cuarto lugar llegó el plato fuerte, Aldo Amuchástegui, supervisor de los talleres de Escalada, y ahora delegado y miembro comisión de reclamos de la UF. Reconoció que a eso de las 9:00 se comunicó con Pablo Díaz, que le contó que había que impedir un corte de los tercerizados y partidos de izquierda, y el soldado de la Verde respondió: “Si hay que ir para allá, yo voy. No era nada de otro mundo, si hay que salir a un acto, a un asado, a un acto del gobierno, yo voy.”

Así, dijo, consultó como siempre con la empresa, y en un rato juntó unos “cien muchachos” que se anotaron en la lista para ir a la “invitación”. En su esfuerzo por ayudar a sus co-equipers detenidos, no se dio cuenta que mandó a los policías imputados con pitos y cadenas. “Nosotros no agredimos para nada”, contradijo lo que se ve con tanta claridad en los videos. De nuevo, el cuentito del calor y la búsqueda de sombra para explicar por qué bajaron del terraplén, y una excusa absurda para justificar el ataque: “Venían para adelante, para donde estábamos nosotros, nos tiraban piedras”, dio, pero después no pudo mostrar esa escena en el video de C5N, que muestra sin interrupción la bajad y la corrida, cuando los compañeros, a más de 300 metros, se iban hacia la avenida Vélez Sársfield. “Los periodistas eran mala onda, después vi por TV que no mostraron nada”, quiso argumentar, mientras se disfrazaba de víctima y hablaba de que tenía miedo, -cagazo, dijo- mientras el vídeo periodístico lo muestra avanzando a paso firme al lado del imputado Pérez, que ostensiblemente manipula algo que oculta en su cintura.

Confrontado con los vídeos  terminó diciendo que no vio avanzar a los manifestantes, sino “moverse”, y, aunque negó cualquier conversación posterior con los imputados por teléfono, bastó un breve fragmento de una que sostuvo con el “Gallego” Fernández, recibiendo instrucciones de cómo declarar, para que el mismo se preguntara: “¿Yo dije todo eso?”.

Dijo que no conocía a Favale, pero lo reconoció del acto kirchnerista en River (donde había miles y miles de personas) y de la movida para confrontar con una movilización de tercerizados en el hall de Constitución unos meses antes...

Y terminó la fructífera jornada con Carlos Alberto Carrazana, que llevó a Pablo Díaz a Avellaneda en la camioneta que usa para su trabajo en el ferrocarril a las 10:30 u 11 de la mañana, y sólo aportó que “había policía como siempre hay en las estaciones, pero un poco más de lo normal”.

Con testigos así... ¡no se defiendan más, muchachos!

lunes, 29 de octubre de 2012

Día 33 - Sobre llovido, mojado (y siguen perdiendo) (29/10)

La jornada de hoy comenzó tarde, por la lluvia, y terminó temprano, pero por otro tipo de problemas meteorológicos: las estrategias de las defensas hacen agua y ya casi no se mantienen a flote.

El primer testigo, Marcelo Fabián Sanabria, que trabajó para la línea Roca a través de la empresa tercerizadora Ecocred. fue aportado por las defensas de Pablo Díaz y Daniel González con la intención de probar que había tercerizados que simpatizaban con la Unión Ferroviaria y que desconfiaban de los que, organizados en forma independiente, denunciaban el negocio de la burocracia a la par de las empresas, al amparo del tercer socio, el gobierno. El muchacho arrancó "bien", de acuerdo a lo esperado por sus convocantes, contando que lo echaron en abril de 2010, que le llevó un curriculum a Pablo Díaz, para ver si lo podía hacer entrar a planta permanente en el ferrocarril, y que éste le dijo "Yo no tengo nada que ver con los ingresos, lo voy a elevar pero no depende de mí". El abogado Freeland quiso ir más lejos, y le preguntó si otros tercerizados alguna vez lo invitaron a participar de marchas. Lejos de acusar a los compañeros de apretarlo, amenazarlo o coaccionarlo, Sanabria dijo que le habían dado volantes y folletos convocando a las reuniones, pero que él había preferido no ir, y, desde luego, jamás eso le produjo un problema con los compañeros.

Cuando comenzó la ronda de repreguntas de las querellas, resultó que lo echaron de Ecocred por haber ido a una reunión en el sindicato de maestranza para organizar un reclamo porque los obligaban a realizar tareas diferentes de las de limpieza por las que les pagaban, y que, estando despedido, Pablo Díaz le prestó plata que hasta el día de hoy no le devolvió.

Irónicamente, Sanabria hoy es empleado de planta permanente, porque fue incluido en los listados de incorporados de enero de 2011, como resultado directo de la conmoción producida por el asesinato de Mariano.

Luego estaba previsto que declararan el "Tano" Carnovale y Aldo Amuchástegui, dos hombres fuertes de la Lista Verde que sólo los jueces y fiscales saben por qué no están presos con sus camaradas. Carnovale fue uno de los probados reclutadores del 20 de octubre, como lo declararon ya varios integrantes de la patota (Claudio Díaz, Benítez, el detenido "Payaso" Sánchez) y a Amuchástegui se lo ve clarito en fotos y videos, tan acalorado tras la corrida por la calle Luján que exhibe su torso desnudo. Hubo acuerdo unánime entre los defensores que lo habían ofrecido en desistir del testimonio del “Tano”, a pesar que estaba presente, así que por secretaría le dieron las gracias, y se fue lo más rápido que pudo. Respecto de Amuchástegui, que también estaba en el edificio, la Dra. Florencia Hegglin, defensora de Favale, planteó que su pupilo quería estar presente cuando declarara. El servicio penitenciario informó que debido a la lluvia el camión de la unidad penal donde está el barra brava no pudo salir, así que lo escucharemos, si no lo desisten, mañana.

'Un minuto de silencio para el zurdo que está muerto'

Finalmente, se presentó a declarar Germán Ernesto Sandri, trabajador ferroviario desde hace 18 años, militante de la agrupación Causa Ferroviaria. Contó que el 20 de octubre de 2010 fue a trabajar normalmente en los talleres de Remedios de Escalada, pero resultó un día atípico, por el intenso movimiento de delegados reclutando trabajadores, en la puerta y en los distintos sectores, para ir a impedir el corte de vías pautado por los tercerizados. Nombró y reconoció en las fotos que se le exhibieron a cada uno de ellos: Montiel, Toreta, Alcorcel, Amuchástegui y otros, incluyendo a Damián Serrano, "Biyú", que está citado a declarar en los próximos días. "En mi nave somos unas 60 personas, entre 30 y 40 se fueron. Los delegados los sacaban y los acumulaban en la puerta. Algunos ni llegaron a entrar. Al día siguiente, muchos compañeros estaban con susto, nerviosos, acongojados. Un compañero con crisis de nervios, Juan Molina, estaba a los gritos diciendo lo que había visto. Le dije que hiciera la denuncia, que no estuviera a los gritos en el taller, porque los delegados estaban por ahí. Me contó que estaban en las vías, que ven cuando se acerca un grupo que no eran ferroviarios, que los recibió Alcorcel, y que los incitaron a bajar, Pablo Díaz era el que decía que tenían que bajar".

El compañero también relató que, en 2010, en los talleres operaba la Cooperativa Unión del Mercosur, cuyos empleados hacían tareas de limpieza. Ellos reclamaban el pase a planta permanente, porque la limpieza es una tarea incluida en el convenio ferroviario, es la categoría 6ª. En cambio, los tercerizados de la cooperativa eran monotributistas, no tenían vacaciones y cobraban menos.

Las repreguntas del Dr. Freeland apuntaron para el mismo inútil lado que desde el comienzo, con preguntas como "¿Y ustedes, en Causa Ferroviaria, cómo reclutan para las marchas y movilizaciones?". Sin darnos tiempo a intervenir, el compañero retrucó "Nosotros convocamos, y viene el que quiere, no reclutamos". Luego tuvo que explicarle a la Dra. Pignone, defensora de Alcorcel, que "reclutar" y "convocar" no son lo mismo... y aclaró "Nosotros no tenemos forma de liberar gente como hacen ellos, somos trabajadores".

Freeland, tan fuera de sí que ligó más de un reto del presidente Barroetaveña, arremetió con la causa iniciada a los militantes de Causa Ferroviaria Omar Merino y Jorge Hospital, junto al referente del PO "Chiquito" Belliboni, a raíz de la movilización del 23 de diciembre de 2010, cuando los dos primeros fueron detenidos por orden del juez federal Armella y fueron liberados en el marco de una multitudinaria movilización a Plaza de Mayo. "Los acusaban de extorsión, pero los absolvieron", resumió el compañero Sanabria. "¿A quién extorsionaron?" presionó Freeland, pregunta que generó una incidencia con salida del testigo. Llegado nuestro turno, ofrecimos satisfacer la curiosidad del defensor de Fernández aportándole la sentencia de la Cámara Federal de La Plata, que sobreseyó a los compañeros. Y completamos explicando que esa causa fue iniciada por la gerencia de UGOFE y los mismos policías que hoy están acusados por el crimen de Mariano, como el comisario Jorge Ferreyra y otros de la División Roca, como represalia contra quienes eran testigos importantes en esta causa. Como se dice en el teatro, Freeland, por un rato, hizo mutis por el foro, pero pronto se recuperó:

-¿Quiénes integran Causa Ferroviaria?

-Militantes del PO y militantes independientes.

-¿Hay gente de Quebracho o de la Tendencia Piquetera Revolucionaria?


De nuevo, el tribunal le cortó el interrogatorio impertinente. Mientras protestaba, el abogado empezó a masticar algo. “No coma mientras está hablando conmigo", bramó el presidente, motivando que Freeland se sacara el acaramelo de la boca. "Por favor, ahora déjeselo en la boca”, fustigó el juez Barroetaveña.

Germán Sandri terminó su declaración con un ejemplo de cómo opera la burocrática conducción de la UF: "El otro día, en la línea Mitre, inauguraron un local nuevo en una seccional, y ahí cantaban 'un minuto de silencio para el zurdo que está muerto' mientras un cartel anunciaba 'Ningún trapo rojo flameará en nuestra casa'. El clima en ferrocarril es así, no cambió nada".

viernes, 26 de octubre de 2012

Día 32 - Otro gerente de UGOFE, el celular de Alcorcel y el micro naranja (25/10)

La jornada comenzó con la declaración de Pablo Oscar Díaz, Jefe de Relaciones Laborales de UGOFE, testigo propuesto por el abogado del “Gallego” Fernández. Como viene ocurriendo, el testimonio terminó aportando más para la acusación que para las defensas.

De entrada, nomás, ante la formalidad de la pregunta por las “generales de la ley”, es decir, su conocimiento de las partes del juicio, el directivo de la empresa admitió que conocía a su tocayo Pablo Marcelo Díaz y a Fernández, lo que explicó porque eran los gremialistas con los que tenía mayor relación en la línea, pero también llamó por sus nombres a tres integrantes de la patota, González, Pipitó y Sánchez.

Díaz ocupa el mismo sillón empresarial desde 1998, cuando el servicio del Roca era explotado por Taselli. El mismo día de la creación de UGOFE fue ratificado en el puesto, que depende jerárquicamente de la Gerencia de Recursos Humanos, y tiene por función la administración del personal, y la aplicación del régimen disciplinario. No llamó la atención que recordara sanciones impuestas por la empresa a los trabajadores que confrontan al pedracismo, como Jorge Hospital y Diego Cardias.

A pesar de los esfuerzos del defensor de Fernández, Dr. Freeland, para que el gerente dijera que la Unión Ferroviaria ha bregado históricamente por el pase a planta permanente de los tercerizados, el hombre no se animó a macanear tanto. Rotundamente dijo que no recordaba reclamos de la UF en ese sentido. Desesperado, y mientras engullía bizcochitos de grasa, Freeland pidió que se le exhibieran tres notas firmadas por Pedraza y Fernández que él aportó como prueba documental en la instrucción. El testigo las leyó y aclaró que no las recordaba. Una era de 2006, es decir, anterior a UGOFE y a las cooperativas de la UF, cuando hubo un fuerte plan de lucha de los tercerizados y se logró que muchos fueran reconocidos como trabajadores ferroviarios. En las otras, el “reclamo” era de equiparación salarial, no de incorporación a la planta permanente del ferrocarril.

“¿Había trabajadores tercerizados más radicalizados que otros?” ensayó Freeland, pregunta que el presidente del tribunal no permitió, al tiempo que pidió al abogado que apurara el interrogatorio, haciéndole notar que hasta allí había sido complaciente: “Hasta lo hemos dejado comer …”, dijo el juez.

Sobre el 20 de octubre, muy a contramano de los deseos de los defensores, Díaz ratificó que “se comentaba” desde el día anterior que iba a haber una movilización, y que el 20, por la mañana, recibió un mail desde la administración de los talleres de Remedios de Escalada con el listado de personal que se retiraba para ir “a un corte de vías”… Con una reticencia notable, terminó admitiendo que sabía que la empresa había advertido a la secretaría de transportes de la movilización; que se había constituido un comité de crisis en la empresa; que fue a Avellaneda al mediodía; que habló con Karina Benemérito de la UF y con otros gerentes de UGOFE; que habló dos veces, entre las 8 y 9 de la mañana, con el otro Pablo Díaz, el jefe operativo de la patota. No dijo, claro está, de qué hablaron.

Explicó que, cuando hay algún acto o marcha, “la UF presenta la lista de los que se van. La empresa toma debida nota, se cruza con los registros de asistencia y la gerencia de recursos humanos descuenta horas, pero depende el caso”. Y dio dos ejemplos de días en que la empresa decidió no penalizar con descuentos la salida del trabajo: “El 15 de octubre, cuando hubo un acto con Moyano en River, y después en marzo de 2011, para un acto de la presidenta en Huracán”. El 20 de octubre, luego que se supo del asesinato de Mariano y frente a Hornos 11 se congregaba la movilización que había comenzado en Callao y Corrientes, sí practicaron los descuentos. Después de lavarse las manos, se las secaron.

Promediando la declaración, las mentiras empezaron a acumularse, como cuando dijo que no recordaba de qué se habló en el almuerzo cerca de fin de año que compartieron los burócratas de la UF con los directivos de UGOFE, donde armaron un plan para incorporar a los tercerizados con el menor costo para sus intereses comunes.

El segundo testigo de la mañana fue tan breve con estrepitoso el fracaso de la defensa del patotero Uño, que viene intentando instalar la idea de que Mariano murió, y Elsa sufrió graves secuelas, porque sus compañeros tomaron la iniciativa de trasladarlos al hospital Argerich enseguida, sin quedarse esperando la casi hora que tardó en aparecer la ambulancia del SAME.

Fue el Director Médico del Hospital Argerich, Néstor Abel Hernández, que ratificó lo dicho por el compañero del Partido Obrero, Dr. Wul, que asistió a los heridos en Barracas. Mariano ingresó al hospital fallecido, y Elsa en gravísimo estado, pero a tiempo para que, debidamente atendida, pudiera encarar su larga y positiva recuperación. El testigo, traído por la defensa de Uño, sin embargo, ayudó para destruir el argumento de los integrantes de la patota de que no se quedaron en la guardia del Argerich cuando fueron a hacer atender sus heridos, como el “arrepentido” Claudio Díaz, “porque la guardia estaba colapsada”. “No había ningún colapso en la guardia”, dijo el Director del hospital. Lo que había, en todos los televisores y radios, era la difusión de la noticia del ataque y sus consecuencias, lo que explica que huyeran como rata por tirante.

El tercer testigo, José Carlos Sineriz, casi no podía hablar del susto que tenía de quedar preso. Es que el hombre es un hincha de Temperley, que tiene un bar frente al estadio, dueño de una flota de teléfonos Nextel. Uno de esos celulares terminó en manos de un amigo de un amigo, “Gustavo”, pelado, morocho y delgado, empleado del ferrocarril, y es uno de los teléfonos desde y hacia el que se detectaron infinidad de comunicaciones con Favale, Pablo Díaz y otros imputados.

Finalmente, por la tarde, declaró el compañero Leandro Alfredo Tamame, del PO, que llegó tarde a la convocatoria, y sólo alcanzó la columna cuando se producía el ataque a piedrazos cerca del puente Bosch. Lo muy valioso del testimonio estriba en que, como tenía que entrar a trabajar a las 14:00, Leandro se fue a tomar el tren en la estación Yrigoyen un poco antes de la una y media. “Cuando entré a la estación vi un micro escolar color naranja del que baja un grupo de jóvenes con gorritas y ropa deportiva. Entran al andén y le dicen al boletero que vienen a apoyar a los ferroviarios. Pasaron enfrente mío, y se fueron caminando hacia la gente de la Verde que yo había visto antes sobre la vía. Los lideraba uno grandote, de remera azul, pelo oscuro y corto, que al pasar por el andén dijo bien fuerte, para que escucharan todos los que iban con él, ‘a la gente no le hagan nada’, por los que estábamos esperando el tren”.

Aunque ese colectivo escolar, que trajo la patota de Favale hasta las vías, ya fue referenciado por el testigo Esteche, y por uno de sus pasajeros, el atribulado Lezcano de la semana pasada, el aporte de Leandro es fundamental, pues prueba el plan premeditado que vinieron a ejecutar los reclutados en Florencio Varela junto a los hombres de Pedraza.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Día 31 - "Todas las decisiones las toma Pedraza" (23/10)

"Todas las decisiones las toma Pedraza"

En uno de los más sólidos testimonios vinculados al funcionamiento real y concreto de la Unión Ferroviaria, poniendo varias veces contra las cuerdas a las defensas de Pedraza y Fernández, Rubén "Pollo" Sobrero, delegado y paritario del Sarmiento, desenmascaró a los jefes de la patota.

"En el conflicto por los tercerizados, mientras nosotros en el Sarmiento nos levantamos en contra de esa política y exigíamos el pase a planta permanente de los compañeros, la conducción nacional del gremio encabezada por Pedraza, hizo lo imposible para que esa gente no ingresara. La UF era patrón y gremio a través de la falsa cooperativa UNIÓN DEL MERCOSUR que dirigían miembros del Secretariado como Castellano y Matarazzo. Con ese mecanismo, ellos manejaban los ingresos".

En ese contexto relató que, junto a su compañero y también testigo, Reynoso, como paritarios se reunieron en la UF con un dirigente de peso, el Oso Rodríguez, para evaluar en la futura paritaria, entre otros temas, el de los tercerizados del Sarmiento por "JB S.A."
"Le exigíamos a la UF que definieran el pase a planta de los compañeros. Rodríguez se levantó de la reunión para ir a consultar con Pedraza que estaba en su despacho. Cuando volvió nos dijo: concedemos todo, menos lo de los tercerizados". Reynoso contó lo mismo en audiencia pasada.
Fue entonces que largó la conclusión: "Todas las decisiones las toma Pedraza"

Indicó que la tercerización es una estafa que debería estar penada: viola el principio de a igual tarea, igual salario.
La UF boicoteaba los reclamos de pase y si aprobaba esporádicamente algunos, lo hacía porque le convenía a la empresa."No conozco ningún gremio - excepto el nuestro- que no quiera tener más afiliados, porque cuantos más afiliados tenés, más fuerza tenés. Sin embargo en la UF la política fue el negocio: funcionar como empresa es más redituable que afiliar compañeros".
Recordó que esta política databa de los '90 -cuando Pedraza ya era titular- y citó a Dromi , el ministro peronista-menemista de las privatizaciones: "Felicito a la Unión Ferroviaria, hubiera sido una tarea titánica sin su apoyo" refirió que dijo Dromi, al tiempo que le ofreció al defensor de Pedraza los recortes periodísticos de la época que él guarda celosamente. El Dr. Froment rechazó el ofrecimiento.

El estado siguió siendo responsable - dijo- porque recién tras el crímen de Mariano el gobierno kirchnerista cambió parcialmente esa política. Recordó que, por cadena nacional, la misma presidenta de la Nación ordenó terminar con la tercerización, a horas del asesinato del compañero.

Hizo referencia a la pésima experiencia de las cooperativas reales, como las de Laguna Paiva o Junín, integradas por ferroviarios que, a poco de andar, se quedaron sin trabajo y sin ingresos, y sus cooperativas, al principio regenteadas por el gremio, terminaron en manos de empresarios del transporte.

Y respecto a la vida interna del gremio se extendió con detalle sobre dos cuestiones básicas: "No hay democracia en la UF, así como Pedraza define todo, Fernández se mueve de la misma manera en el Roca. En nuestra seccional Oeste, que ganamos alguna vez, después mandaron gente de zona norte para desbaratarnos. Ser opositor de ellos implica tomar medidas de fuerzas continuamente para lograr algo. Nosotros tuvimos que parar el Sarmiento para ser reconocidos. La semana pasada tuvimos problemas con compañeros sancionados y el gremio hasta sacó un comunicado en La Nación a favor de la empresa. Alguna vez me reuní con Pedraza para ver si aflojaba un poco las presiones a las que somos sometidos por ser oposición. No hay movilización del gremio, salvo para ir a los actos kirchneristas como el de Ríver, días antes del crimen de Mariano. Ahí contaron también con el apoyo de los empresarios que habilitaron la salida y no descontaron el día".

"Cuando los manifestantes se iban a varias cuadras, bajaron los otros de las vías con palos y piedras en las manos... pasaron por delante de la policía, porque ahí abajo estaban los patrulleros".

Lejos de ser un testimonio brindado por uno de los tercerizados atacados por la patota, se trata ahora de Omar Rubén Núñez, gerente de seguridad de MAPRA, una de las empresas contratadas por UGOFE, que, ese día, conociendo lo de la convocatoria, fue hasta Avellaneda para instruir a sus dos hombres en la estación para que no se metieran ni tuvieran ninguna intervención y se guarden en una oficinita.

Él vio a los ferroviarios que caminaban por las vías, y en la calle a los tercerizados que iban "tranquilos, pacíficamente". A lo lejos divisó un ataque desde arriba (se refiere a los sucesos del Puente Bosch) asegurando que nunca nadie de los de abajo llegó a las vías. Esperó a que se calmaran las cosas y fue hasta el puente. Estaban los ferroviarios y abajo unos móviles policiales, y él vio como a lo lejos, por calle Luján hacia Vélez Sarsfield, se iban los tercerizados. En ese momento, "cuando los manifestantes se retiraban, llamo a mi superior para informarlo. Cuando me doy vuelta veo que los que estaban arriba como si hubieran abierto un portón, pasan a mi lado con palos y piedras en las manos y bajan el terraplén para correrlos, entonces yo digo 'Me voy'. De estos, dos por lo menos llevaban unos palos de unos 50 cm. de largo a un costado de la pierna, otros tenían piedras del ferrocarril en las manos."

A la pregunta concreta de uno de los jueces, sobre si vio pasar a estos individuos con palos y piedras entre los policías, respondió: "Por el único lugar dónde bajaron y después corrieron estaban los policías de la federal con móviles estacionados, tuvieron que pasar por ahí". Se notó en la cara de los defensores de los policías cierta incomodidad con la defensa que propuso al testigo, nadie esperaba esta declaración.

Si a este testimonio le sumamos lo que muchos dijeron, que luego la patota regresó por el mismo lugar y la policía seguía allí sin intervenir, convenimos en que la ajenidad de la policía en los hechos ha quedado completamente desvirtuada: la Federal cumplió un rol decisivo en el plan criminal.

La pata empresaria de la Triple Alianza Antiobrera: ¿encubridores o partícipes?

Norberto Cots es uno de los tres capos de la UGOFE. Junto a otros dos, integra el comité gerencial de la empresa, el nivel más alto de responsabilidad. Desde días atrás "sabía del corte porque gente que quería el pase a planta permanente lo convocaba. Ya habían tenido inconvenientes en Constitución en septiembre con muy violento incidente, y por eso esta vez se constituyó un comité de crisis".

Pero toda la seguridad que aparentaba el testigo se derrumbó rápidamente cuando tuvo que dar cuenta de lo que hizo y no hizo el día 20 de octubre.

Casualmente, ese día no estaba en su oficina de Hornos 11, sino en el médico en Luján, aunque antes de las 9 de la mañana ya estaba de regreso y a varios kilómetros de allí, a la altura de Moreno, que es desde donde reconoce que llamó al celular del imputado Fernández "para disculparme por no poder ir al Congreso que se hacía en la UF".

Esta extraña y urbana comunicación, sin embargo, no explica para qué lo llamó todavía antes, mucho más temprano, cuando el congreso no había empezado, y tampoco lo pudo explicar en la audiencia.
Mucho más le costó explicar por qué, siendo uno de los tres hombres más importantes de la empresa, ese día, siendo que a las 9 andaba por Moreno, justo ese día , llegó pasado el mediodía a Constitución. Tampoco pudo explicar por qué nadie del comité de crisis lo llamó ni él llamó a ninguno de esos sujetos. Eso sí, registra varias llamadas a Fernández, ese mismo día y con posterioridad a los hechos.
Dijo que no sabía nada de la movilización de ferroviarios de Fernández contra el corte... ¿para qué lo llamó entonces?

El directivo empresarial contó cómo se enteró de los gravísimos sucesos: "por un noticiero de la radio " dijo... y le creció la nariz. Cots, ha justificado ampliamente la necesidad de un juicio Mariano Ferreyra II.

"Si de 10 ingresa 1 solo, no me quedo pensando en los 9, celebro por ese uno que entró".

Daniel Osvaldo Falsoy es el Gerente General de la Unión Ferroviaria. Un ex opositor a Pedraza que después se juntó al jefe para hacer una gran carrera...burocrática, tal como ilustra el pensamiento que expuso al hablar de los tercerizados y la diferencia de metodología con la oposición minoritaria del gremio.

Alabó a la conducción que él mismo comparte, diciendo que manejan una bolsa de trabajo que permitió el ingreso de familiares y de muchos tercerizados. La misma conducción que días antes del asesinato de Mariano Ferreyra convocó al acto kirchnerista en River y aportó 500 ferroviarios, porque "para ser representante hay que tener número y calidad... ¿?"

Alabó también al equipo que conforma con Pedraza y Fernández, y por eso les atiende los celulares, aunque el 20 de octubre de 2010, estando en el mismo sitio que el Gallego, a quien vio varias veces en el lugar, le hizo varias llamadas a su celular. Dijo desconocer que ese día iba a haber una contramarcha de ferroviarios para evitar el corte, y que se enteró de lo ocurrido recién a las 3 de la tarde por comentarios de algunos compañeros, y recién a las 4 de la muerte de Mariano.

A diferencia de Karina Benemérito, no recuerda que nadie haya hecho el cierre del Congreso mencionando este suceso y explicó algo que sorprendió a quienes habían escuchado al directivo empresarial Cots, su testigo precedente: "el congreso no lo organizó, ni convocó, ni invitó la UF sino que fue la revista Latin Rieles, a quien le alquilamos el espacio..." Lo que torna inverosímil que el directivo haya llamado a Fernández para disculpar su ausencia. Falsoy, también es un testigo aportado por la defensa de Fernández.

"Fernández era el único que podía evitar que hubiera lesionados, tenía suficiente dominio sobre el personal ferroviario. Supongo que Pablo Díaz ejercía el liderazgo ese día en el lugar".

Cerró la jornada el Comisario Mayor (R) de la bonaerense, Ricardo Horacio Vitali. Era gerente de coordinación de fuerzas de seguridad de UGOFE en el Roca. Desde 2007, tenía a su cargo la supervisión de servicios adicionales entre Transporte y Policía Federal. Tenía a cargo más de 200 empleados. Conocía a los imputados comisarios Mansilla y Ferreyra y por supuesto, a Pablo Díaz.

Mantenía un trato especial con el imputado Gallego Fernández, pues además compartían el fervor por Independiente, cancha a la que ingresaba gracias a entradas que Fernández le conseguía. Dispone de una flota de celulares, uno de sus hombres que trabaja en Ezeiza le facilitó uno de sus celulares a Pablo Díaz.

En septiembre, presenció un enfrentamiento en Plaza Constitución entre los tercerizados que reclamaban el ingreso a planta permanente y los ferroviarios de Díaz que repelían ese reclamo. Cuando se enteró del corte propuesto para el 20 de octubre, lo comunicó al Comité Gerencial, los tres hombres que ya sabían de ese corte.

"El día anterior estuve con Fernández , los dos sabíamos de la movilización pero no hablamos nada"

"El 20 fui a Avellaneda a eso de las 11. Tenía que chequear el panorama e informar sobre el dispositivo de seguridad de la policía. Vi el despliegue de un operativo importante con móviles, camiones, infantería y jirafa de filmación de la Policía Federal y un camión de infantería de la bonaerense. Veo llegar a personal ferroviario que andaba por las vías y a manifestantes en la calle paralela. Los ferroviarios eran de Talleres de Escalada. Vi con ellos a Pablo Díaz a quien apenas saludé y no hablé con él, vi a los comisarios Mansilla y Ferreyra con quienes me saludé de andén a andén. Yo estaba vestido de traje."

Estas precisiones, sin embargo, no incluyeron el por qué de una llamada anterior con Pablo Díaz, a quien supuso ejerciendo el liderazgo en el lugar ese día, llamado que está acreditado pero que el ex comisario no recordaba, tanto como otros dos que le hizo al propio Fernández, uno a las 9.07 y otro a las 10.

"En un momento los tercerizados caminan por la calle y los ferroviarios los siguen por las vías. Veo desde lejos un enfrentamiento con tuercas, piedras, gomeras y palos de ambos lados. Nunca subieron los de abajo, nunca hablé con ellos ni hice gestión ninguna. Me preocupé por lesionados, por eso quería llamar a Fernández que era el único que podía evitar que los hubiera, tenía suficiente dominio sobre el personal ferroviario. Arriba había policía suficiente, filmaban. Escuché detonaciones y supe que la gente se fue por Luján hacia Vélez Sarsfield. Espero 30 minutos y aunque la gente seguía en las vías me fui a comer a Carrefour sin informar al Comité Gerencial de esa situación".

Este comportamiento extraño de un especialista en "seguridad ferroviaria" que se va a comer habiendo gente en plena vía, intentó ser corregido con la siguiente declaración: "mientras comía una hamburguesa y una gaseosa, alguien me llama y me informa que había incidentes, por lo que vuelvo a las vías. Ahí veo a Pablo Díaz que hablaba con periodistas y no quise interrumpir, por lo que fui hasta la calle Luján, viendo tres patrulleros estacionados en 45 grados y ya casi ni vi gente, apenas al fallecido comisario Premuda abajo. Entonces regresé a mi auto y me fui. Me enteré por los noticieros en el auto, la magnitud de lo ocurrido".

Sobre el final, se le leyeron unas escuchas telefónicas que mantuvo con Fernández, escuchas que reconoció como hechas por él y de las cuales se desprende un trato muy familiar y reverencial para con el sindicalista, lo que certifica que Fernández era el hombre clave en la administración del Roca.

martes, 23 de octubre de 2012

Día 30 - La tercerización como política (22/10)

“La policía les abrió el paso, sacaron a los dos móviles de la posición de vallado en la que estaban y se nos vinieron encima con todo”.

Diego Cardias, ex tercerizado, es testigo protegido. Bajo algunas medidas de seguridad, declaró lo ocurrido el 20 de octubre de 2010 en sintonía con todos los que se movilizaron. "Nuestro reclamo era el pase a planta permanente, los medios legales no dieron resultado y por eso la protesta que incluyó un acto en la Estación Constitución en el mes de septiembre en el que la patota nos vino a agredir”.

Por entonces, Cardias era un despedido del Roca, tercerizado de la empresa CONFER para el mantenimiento de vías. Cobraba $2.200 por un trabajo que, en planta permanente, pagaban $6.500. El 20 de octubre, cerca de las 9.30, ya al pasar por Escalada vio a Pablo Díaz reclutando gente, para verlo más tarde en Avellaneda hablando permanentemente por su Nextel. Cuando los tercerizados decidieron caminar y no cortar, vio en la comisaría de Avellaneda al hijo del subsecretario Antonio Luna junto al comisario y al jefe de calle y los increpó por la amenazante presencia de hombres uniformados y de civil: "¿Por qué hacen esto en vez de darnos trabajo?", les dijo, mientras Luna se escondía en la seccional.

Relató los incidentes en el Puente Bosch, dijo que llovían piedras y que ahí la infantería de la bonaerense disparó sobre ellos. Después vio a los dos patrulleros de la federal sobre Luján como en un vallado, justo cuando con todos sus compañeros se retiraban hacia Vélez Sarsfield, a unas cuatro cuadras de las vías. Tras la asamblea, dio un reportaje a C5N y, en ese momento, observó que la patota bajó de las vías. "La policía les abrió el paso, sacaron a los dos móviles de la posición de vallado en la que estaban y se nos vinieron encima con todo", afirmó.

Respondieron como pudieron a la agresión, hicieron un cordón ayudados por palos y algunas gomeras. Vio a los imputados González y Sánchez encabezando la corrida y, al primero de ellos, lo vio disparar desde la vereda. También vio a otro tirador en el medio de la calle. Vio a Mariano cruzar y caer. Escuchó varios disparos: "fue como una ráfaga", graficó. Después, vio cómo el grupo asesino volvió sobre sus pasos y "pasaron por la policía y ni los detuvieron ni nada".

Supo en el lugar de los otros heridos. Dijo que por temor y haber estado amenazado, hubo cosas que no se animó a decir en la instrucción. La defensa de Sánchez hizo un planteo confuso buscando el falso testimonio, pero que en verdad intenta restar mérito a la presencia de su pupilo usando el arma que, en otras oportunidades, otros testigos ya dijeron que le vieron esgrimir.

"Mandé un correo a mis superiores dónde informaba que iban a un corte de vías"

Carolina Carsetti era la Secretaria Administrativa de UGOFE en los Talleres de Escalada. Contó que el 20 de octubre de 2010 recibió a los delegados con un listado de gente que se retiraba a un corte de vías, “eran muchos” y manuscrito, cuando generalmente la información llega de sus superiores. Pero ese día, justo ese día, ellos no estaban.

"Entrevisté a Favale en septiembre u octubre de 2010 para su ingreso al ferrocarril"

Margarita Bertín es Licenciada en Relaciones Humanas de la UGOFE. Selecciona al personal mediante un mecanismo que incluye una entrevista y su derivación al área para el cual el candidato presenta un potencial adecuado. A Favale lo recibió a propuesta de la U.F.

Reconoció que el día 19 de octubre de 2010 mandó a Favale a una entrevista con Material Rodante, donde lo rechazaron, lo que no impedía su ingreso a otra sección. Y dijo también no recordaba pases de tercerizados a planta permanente antes de octubre de 2010.

"Al día siguiente, los delegados de la UF. hicieron asamblea en el comedor para calmar a la gente"

Juan Casarino es jefe de taller en Escalada. Recordó haber entrevistado a Favale el día anterior al crimen y que lo informó como no apto para el sector. Supo que sus empleados irían al corte, de boca de los delegados de la UF. “Nadie controlaba nada, los delegados de UF indicaban que debían irse y se iban”. En los talleres trabajaban cerca de 300 personas y ese día se fueron muchos. Recordó que por la tarde de ese mismo 20 de octubre los mismos delegados que volvieron de Avellaneda le indicaron que hubo problemas y un muerto. Al día siguiente la gente estaba alterada, fue cuando Aldo Amuchástegui y otro delegado "hicieron la asamblea para calmar a la gente".

"4 millones de fideigerenciamiento, más el 6% del subsidio de 66 millones, más las utilidades de la explotación por mes".

Cuando Oscar Alberto Cess, gerente de Contratos Privados de UGOFE dio los números de la ganancia neta de las empresas ferroviarias en el Roca, en la sala sobrevolaron las razones del crimen de Mariano.

Las completó con un dato revelador: “la tercerización era una política de la empresa que contó con el consentimiento de la Unión Ferroviaria, ya que el gremio nunca se opuso a este proceso, apenas hubo un par de actas que algo dicen al respecto". Era un testigo aportado por la ¿defensa? del Gallego Fernández, poco a poco revelado como el hombre de Pedraza en el Roca.

Y una perlita del negociado del capital a través del estado: para la concesión y los concursos de precios no responden a norma o convención alguna, es la empresa quien dice cómo va a operar, con eso alcanza.

"Nosotros le preguntábamos a Fernández si se podía pasar a planta permanente y éste INMEDIATAMENTE nos decía que NO".

No es la declaración de un tercerizado movilizado. Es la de Hugo Alberto Cisneros, tercerizado de Ecocred, traído al juicio por la defensa del gallego Fernández para darle una manito. Entró a la empresa por favor de Fernández en 2007 como maestranza y pertenecía a ese sindicato. Como el resto de los tercerizados, no estaba convencionado con la UF.

Por más esfuerzos que hizo la defensa que lo trajo, queriendo que diga que había otros intereses y métodos violentos en los movilizados, sólo dijo que "no coincidía con la metodología de los tercerizados movilizados por temor a la represión policial”, pero que "nunca recibí amenaza de esta gente que pensaba distinto pero planteaban lo mismo, es decir, mejoras salariales y laborales".

Reveló que Favale había trabajado en Ecocred, sin precisar si lo hizo del mismo modo que él. Reconoció que fue a un programa de TV armado por Fernández y que éste pudo haberle sugerido qué decir. Finalmente dijo lo que nunca hubiera querido escuchar la defensa que lo propuso como testigo: "Fernández nunca propuso alternativas para ingresar en planta permanente, lo que hubiera significado mejor convenio y estabilidad, cuando le preguntábamos por eso, inmediatamente nos respondía QUE NO SE PODÍA."

Con amigos así...

Con la prórroga por seis meses más de la prisión preventiva de los detenidos hace exactamente dos años, finalizó la jornada caracterizada por el duro revés sufrido en la estrategia defensista del Gallego Fernández, el hombre de Pedraza en el Roca.

sábado, 20 de octubre de 2012

Día 29 - "Me cortás las vías y te cago a tiros" (18/10)

El Gran Bonete Policial
El Agte. de la Policía Federal Eduardo Daniel Heins, el día del crimen a cargo del destacamento Puente Bosch, no recordó todo, pero lo que dijo confirmó que la agresión la empezó la patota "Los que estaban arriba empezaron a tirar piedras" y que sus superiores ni él hicieron nada para evitarlo o para esclarecerlo: "Nunca se me hizo presente nadie, ni personal nuestro... y yo no di parte de nada porque había personal afectado" ¿Yo señor?

"Me cortás las vías y te cago a tiros"

Marcelo González es un ferroviario de los Talleres de Escalada, que el día del crimen integró la patota agresora. Fue convocado por los delegados para "hacer un acto de presencia en Avellaneda, como tantas veces que convocan y hay que ir porque además la empresa no se opone ni descuenta si hay venia del sindicato, aunque al final de ese mes , por primera vez, nos fue descontado".
En Avellaneda escuchó a Pablo Díaz (el imputado y delegado de mayor predicamento y hombre de confianza del Gallego Fernández) cuando amenazó a los movilizados subiendo la voz: "Me cortás y te cago a tiros" le dijo "a la gente del PO, que estaban tranquilos , con mujeres y chicos, en los alrededores de la estación". Al rato, ve a Vitali (funcionario de la empresa) junto a otro hombre alto de traje oscuro que le dice a Pablo Díaz: "Si tenés que hacer algo, hacelo ahora".
Contó su versión sobre los primeros piedrazos en el Puente Bosch y cómo la gente del PO se replegó bien lejos. Y que estando en las vías pasado un buen rato, cuando algunos compñaeros querían irse y dar por terminado el incidente, Pablo Díaz dio la órden de bajar en el Puente Bosch para correr a los movilizados que ya se encontraban a varias cuadras."Bajen cagones y a correrlos para que se vayan" contó que ordenaba el delegado. Momentos antes vio a Favale con unos chicos "eufóricos" bajando de la estación Yrigoyen . A Favale lo conocía del acto kirchnerista en Ríver de unos días atrás, era al que todos sus compañeros señalaban como "el custodio de Pablo Díaz". Y es al que ve disparar rodilla en piso, a pocos metros de él, sobre Mariano Ferreyra. Lo llamó "loco de mierda". Después escuchó a Pablo Díaz en el Puente Bosch, gritarle a Favale: "Te dije que traigas los fierros" y al barra brava responderle "¿No viste que le di en la panza?"
Contó también que el hermano de un compañero de trabajo llamado Tanquía, dijo que por sobre su hombro otro hombre también disparó sobre la gente, y que al día siguiente sus compañeros de trabajo estaban temerosos, muy preocupados, asustados.
Confirma que la policía vio todo sin impedir nada.

"Las cooperativas como UNION MERCOSUR son empresas fantasmas"

Norberto Juan Rosendo, es un ingeniero especializado en el tema ferroviario. Fue empleado, delegado gremial e ingeniero de obras ferroviarias de envergadura (Tren de la Costa, Trenes de Río Negro y Entre Ríos, entre otras actividades). Su organización actual lleva el lema "Salvemos al Tren" y desde allí brindó un pormenorizado relato de cómo es la actividad.
Mencionó fundamentalmente que las cooperativas como la de Pedraza y Cia. (Unión del Mercosur) son empresas fantasmas con las que se explota a los tercerizados, se abarata la mano de obra y la ganancia la embolsan los dueños (en este caso Pedraza y cia.) sin que a la hora de un reclamo laboral respondan porque no tienen respaldo ni solvencia. Su organización recibió varias denuncias. No supo de ninguna acción real y concreta de la UF para terminar con este modo de contratación."Siempre la UF estuvo en la vereda de enfrente de nuestros reclamos".
La soberbia del defensor del Gallego Fernández, esta vez complicó a Pedraza. Intentando desvirtuar al testigo le inquirió si conocía la Ley de Reforma del estado y el funcionamiento de cooperativas, a lo que el testigo le respondió con una vivnecia personal: contó que por esa ley , formando parte él de una cooperativa de servicios (no de tercerizados) tuvo que entrevistar a Pedraza para contar con la aprobación de la UF. No sólo Pedraza no se las dio, sino que terminó siendo él mismo quien administrara el área propuesta por la cooperativa. Y finalmente ilustró al mismo defensor: Los tercerizados no son asociados, "no conozco que hayan distribuído ganancia alguna". Esas cooperativas cambiaron de nombre y rotaron varias veces mientras los tercerizados quedaban desamparados. "Es cierto que no es delito
pero no es moral" enseñò.

"En la UF las decisiones las toma la Mesa Chica de Pedraza y Fernández entre otros"

Edgardo Reynoso, es guarda, delegado de su sector y de la Comisión de Reclamos del Sarmiento. Ferroviario de toda la vida ,guarda y cambista, (este último , típico oficio ferroviario ignorado por el profesor Freelan defensor de Fernández que lo interrumpió para pedirle que cuente sus trabajos "solamente en el ferrocarril"!)
Dijo Reynoso que el haber tolerado el proceso de despidos y desinversión de los años 90 provocó un cambio sustancial en la UF. Redujo de 200 a 24 las seccionales y de 35 a 16 el cuerpo directivo "quedando todas las decisiones en manos de Pedraza, Castellanos (apoderado de Unión Mercosur) Matarazzo, Suárez y calculo que por su rango, Fernández era hombre de consulta de ellos... era la mesa Chica, un órgano no estatutario, de hecho , que en la práctica toma todas las decisiones" Todo a costa de 85 mil despedidos, bajo el mandato histórico de Pedraza que desde años atrás ya era el titular.
¿Hubo relación entre estas políticas de tolerancia y el enriquecimiento personal de Pedraza? "se sabe por referencias que tuvo mansiones en Parque Leloir y Puerto Madero, costosísimas, millonarias propiedades... no se cuántos trabajadores pueden acceder a ese patrimonio" contestó con firmeza.

martes, 16 de octubre de 2012

Día 28 - Severo: “Pedraza es un empresario” (16/10)

“Pedraza es un empresario”

La jornada comenzó con mucha expectativa por la declaración de Enrique Alfonso Severo, ex afiliado de la Lista Verde de la UF y ex empleado jerárquico de Ferrobaires. El hombre cuyo secuestro, hace dos semanas, sacudió al país, comenzó relatando su historia en el ferrocarril, y haciendo eje en la forma violenta en que él y otros 30 empleados de Ferrobaires fueron expulsados, dijo, a punta de pistola en agosto de 2009.

Sobre el 20 de octubre de 2010, contó que se había enterado de la convocatoria a la movilización,y que supo que, el día anterior, hubo una reunión de la UF en el Museo Ferroviario Bonaerense de la calle Güemes al 600, en Avellaneda, lugar donde “siempre que se juntaban era para generar algo, si había que ir a una manifestación, a un acto político, ahí se armaban las bandas”.

Relató el ataque a balazos en su casa la madrugada del día 21, y el hallazgo, luego, de una esquela manuscrita en su buzón, que acusaba a Sánchez, Carnovale, Díaz y otros delegados por el armado del ataque, y señalaba “al de barba candado” como quien disparó contra Mariano, nota que entregó en la fiscalía y está incorporada por lectura. También refrendó el testimonio de Alejandro Benítez, uno de los “arrepentidos” de la patota, cuando recordó que éste le contó a un amigo en común que el 20 de octubre Carnovale lo llamó y le ordenó “Andate a Avellaneda que hay que echar a unos zurdos”.

Como otros testigos vinculados a la Unión Ferroviaria que pasaron por la sala de audiencias, mencionó a los “pesados” que se ocupan de las armas y los partes en el Roca: el apodado “Muqueño”, Saldaña, Hess y Carruega, a los que vinculó a Alberto Trezza, ex funcionario de Ferrocarriles Argentinos, gerente de Ferrobaires y hombre del duhaldismo.

Cerró su testimonio con una verdad de Perogrullo: “Pedraza se convirtió en empresario en los ’90, le entregaron el Belgrano Cargas, maneja la tercerización, dejó miles de ferroviarios en la calle, el gremio no defendió a los trabajadores”.

La amiga.

Susana Rita Planas es abogada laboralista, especializada, según sus dichos, en cooperativismo, y amiga de Graciela Coria de Pedraza desde su adolescencia. Hoy es apoderada del Belgrano Cargas y de la Cooperativa Unión del Mercosur, que ayudó a crear. Desde que se sentó a declarar la acometió una fuerte amnesia sobre el funcionamiento interno de la cooperativa, exhibiendo una inexactitud poco verosímil por su profesión y cargo. Explicable, lógicamente, por su esfuerzo para ayudar a sus amigos.

Así y todo, algo tuvo que decir. Admitió, por ejemplo, que en el consejo directivo de la Cooperativa Unión del Mercosur había varios hombres de la Unión Ferroviaria; que su creación fue “promovida, patrocinada y tutelada” por el sindicato dirigido por Pedraza; que el personal (“los asociados”) eran reclutados de la bolsa de trabajo del gremio y realizaban tareas netamente ferroviarias con un ingreso y beneficios menores que los trabajadores de planta.

También habló de Angel Stafforini, asesor de la cooperativa y tesorero del Belgrano Cargas, al que acompañó en el verano de 2011 a “arreglar una deuda” con el abogado Octavio Aráoz de Lamadrid, que acababa de renunciar a la defensa de Uño para dedicarse a coimear a los camaristas de Casación.

Todo el tiempo intentó pasar por una ingenua sin experiencia, que se sentía desubicada en una audiencia judicial y se olvidaba de hablar al micrófono, mientras trataba de pintar el cuadro de un Pedraza preocupado por los trabajadores, que, junto a su lugarteniente Fernández, “bregaba por el pase a planta de los tercerizados”.

Negó las comunicaciones que se verificaron de sus teléfonos a los de Fernández y Pedraza pocas semanas después del 20 de octubre, y puso la frutilla a la torta de su insustancial testimonio cuando, preguntada sobre el motivo por el que concurrió al tribunal cargada con documentación de la Cooperativa que nadie le había pedido, dijo que sabía, por haber estado presenciando el juicio en jornadas anteriores, que se estaba discutiendo la forma en que cobraban los trabajadores... ¿Una abogada experimentada que no sabe que un testigo no puede presenciar las audiencias antes de declarar? Tan increíble como Pedraza angustiado por la situación de los tercerizados...

¡Quemá esas fotos!

Patricia Alejandra Carabajal era, en 2010, delegada de la UF en el sector Evasión de la estación de Lomas de Zamora. Estuvo, el 20 de octubre por la mañana, en el congreso de la revista Latin Rieles en el anfiteatro del edificio de la Unión Ferroviaria, en la avenida Independencia. Su declaración dejó descolocada a Karina Benemérito, porque, de los pocos detalles que recordó (otra con amnesia galopante), varios se contradijeron con lo que dijo su jefa hace unos días.

No pudo ocultar que el 20 de octubre, desde el mediodía, habló varias veces con “Dani” (Daniel González), desde antes que éste llegara a Avellaneda y varias veces después de los hechos. Trató de negar las docenas de llamados recibidos o efectuados desde su celular a varios delegados de la UF después del ataque, y enmudeció confrontada, por ejemplo, con las 11 llamadas salientes y las 5 entrantes del imputado Alcorcel.

“No conozco a Favale”, dijo instantes antes de que en la gran pantalla de la sala se exhibiera una foto que la muestra riendo a carcajadas en un amigable círculo, con Pablo Díaz de un lado y “Harry” Favale del otro, ataviado con la pechera verde con el logo de la Unión Ferroviaria. Esa foto fue tomada en el acto en el estadio de River el 15 de octubre de 2010, es decir, cinco días antes del asesinato de Mariano.

A $50 el redoblante.

Lucas Matías Lezcano nunca había declarado en la causa. Su nombre surgió de un informe de la empresa proveedora de celulares, que brindó los datos del titular de una línea en la que se registraron casi 70 llamadas desde o hacia el teléfono de Favale el día del ataque, 36 entrantes y 32 salientes, además de detectarse que ambos aparatos estaban a pocos metros de distancia pasado el mediodía del 20 de octubre, en las inmediaciones del Puente Bosch. Desde ese celular, además, a las nueve de la noche salió un mensaje de texto que decía: “Mi amor, no sabés en el bondi que me metí. Estuve con los que mataron a ese muchacho”.

El chico –muy joven- primero trató de desligarse del teléfono, atribuyéndolo a su padre, pero de pronto, espontáneamente, contó que un conocido de Florencio Varela, donde vivió muchos años, le ofreció una changa el 20 de octubre de 2010: le prometió pagarle $50 si llevaba un bombo, redoblante o similar para una manifestación. Lezcano aceptó y llevó dos redoblantes y un repique, con lo que esperaba cobrar $150, a la cita en la avenida Monteverde, por donde un micro lo iba a pasar a buscar. Su amigo “Chavo” no estaba en el ómnibus, pero el chofer le ratificó el trato. “El colectivo estaba lleno, eran todos de Varela, y bajamos en la estación Yrigoyen. Me dijeron que no bajara los instrumentos, había que caminar por las vías, me dijeron que era un corte de vías. Llegamos donde estaban esperando los ferroviarios, que nos recibieron con aplausos. ‘Ahí vienen, vamos, vamos bajemos ahora’ gritaban cuando nos vieron, corte como que nos estaban esperando”. Dijo que entonces casi todos bajaron hacia la calle, y unos pocos se quedaron, como él, sobre el terraplén. Preguntó qué pasaba si venía la policía, que estaba a unos pocos metros, cerca del puente de hierro. “Los ferroviarios decían que no pasaba nada, que la policía no iba a intervenir. Y no intervino”.

El grupo que bajó, cargando piedras de las vías en las manos, volvió al rato, y los que habían llegado con él corrieron de regreso al micro. En el viaje de vuelta, estaban todos eufóricos, haciendo comentarios como “¡¿Viste cómo les dimos?!”.

Cuando se le mostró en la pantalla el video filmado por la policía, que registró el arribo del grupo liderado por Favale, no sólo reconoció a sus compañeros de viaje. Se identificó a sí mismo caminando por la vía, con una remera azul con una raya blanca y bermudas claras.

Terminó admitiendo que, después de enterarse por la televisión que había un muerto, le contó a su novia dónde había estado.

Nunca le pagaron los $150, pero, de estar desocupado, logró, por recomendación de un delegado de la UOCRA de Lomas de Zamora, entrar a trabajar... en la empresa Herso SA, que terceriza tareas de mantenimiento de las vías para el Roca.

lunes, 15 de octubre de 2012

Día 27 -"Mientras nos atacaban gritaban `Aguante Pedraza, aguante la Verde, aguante la UOCRA" (15/10)


1. Burócratas y empresarios en el coffee break2. 
2."Lo que menos quería era perder mi trabajo"
3. "Mariano saltaba y cantaba `¡Unidad de los trabajadores....!'"


Burócratas y empresarios en el coffee break

Los primeros cinco testigos de hoy, todos ellos empleados jerárquicos o directivos de algunas de las empresas que se vienen enriqueciendo con la explotación de los trabajadores ferroviarios, y que disparan al cielo sus beneficios con el recurso de la tercerización, no pudieron ocultar hoy su afinidad con los burócratas de la Unión Ferroviaria, ni disimular sus comunes intereses, compartidos con los funcionarios del área.

Roberto Pedro Menón, Eduardo José Pereyra, José Ernesto Scacchi, Carlos Ricardo Forli y Joaquín Arturo Acuña trabajan o trabajaron para el Belgrano Cargas, para Metrovías, para TBA, y, por supuesto, para UGOFE.

Uno era el contador que se encargaba de las cuestiones impositivas de las empresas tercerizadoras de Ferrocarriles Argentinos, cuyo personal fue incorporado al Belgrano Cargas en 2002, pero que siguieron existiendo formalmente "porque no se las había dado de baja, no sé porqué", explicó Menón. Contó que en el edificio de San José 583, propiedad de la esposa de Pedraza, Graciela Coria, funcionaban oficinas del Belgrano Cargas, como la suya, y también la cooperativa Unión del Mercosur, dirigida por Silvia Coria (cuñada de Pedraza); su hijo Mauricio Sorrón y su sobrino, Maximiliano Pedraza, que compartían el ascensor con el tesorero del Belgrano Cargas, hoy procesado en la causa coimas, Ángel Stafforini.

Pereyra, Forli y Acuña integraban el comité gerencial de UGOFE. Scacchi era el gerente general del San Martín y el Belgrano Sur. Los cuatro estuvieron en el recién inaugurado auditorio del edificio de la Unión Ferroviaria, en la avenida Independencia, el 20 de octubre a la mañana, para el congreso anual que convoca la revista Latin Rieles, donde se entrecruzaron en los paneles de apertura y exposición con el jefe sindical Pedraza y el secretario de Transporte Schiavi. Una linda foto de la triple alianza antiobrera que asesinó a Mariano, que compartía un ameno coffee break al mismo tiempo que la patota comenzaba a hostigar, desde arriba del terraplén, a la columna de manifestantes.

Todos reconocieron que sabían, por lo menos desde el día anterior, que los tercerizados, apoyados por partidos y organizaciones de izquierda, iban a intentar un corte de vías en Avellaneda. Habían convocado un "Comité de Emergencia", habían dado aviso al gobierno nacional, a través del ministerio de Planificación, y habían comprometido la presencia de medio centenar de policías. También habían ordenado a sus abogados que fueran al juzgado federal de Quilmes, para presentar una denuncia contra los manifestantes apenas se produjera el corte.

Pero esa denuncia no se presentó nunca, porque prosperó el otro plan, el de mandar a la patota para impedir el corte...

Todos dieron confusas explicaciones sobre cómo y para qué se recurría al mecanismo de la tercerización, sin reconocer, claro está, que era la manera más fácil de aumentar las ganancias compartidas de las empresas, la burocracia y el estado. Todos se refirieron a Pedraza, Fernández o Pablo Díaz con el respeto con que se habla de un socio, aunque tratando de mantener la distancia que impone la caída en desgracia que ellos aún logran eludir.

Todos tuvieron que hablar de los 66 millones mensuales de subsidios, y de los "honorarios" para UGOFE del 6% de ese total... una verdadera ganga, si se suman los "ahorros" gracias al pago de sueldos de miseria a los "socios de las cooperativas" o de los empleados de las otras tercerizadoras, por hacer el mismo trabajo que los ferroviarios del planta permanente.

Todos, en fin, debieron admitir que la secretaría de Transportes sólo autorizo los pases a planta permanente de esos trabajadores "después que pasó lo que pasó", como dijo uno de ellos, es decir, después que el asesinato de Mariano develó el plan criminal conjunto.

"Lo que menos quería era perder mi trabajo"

Marcelo Alejandro Hernandorena, ferroviario que trabaja en los Talleres de Escalada, nunca declaró en la instrucción. Se lo citó porque su teléfono celular formaba parte de la misma flota de Nextel que el de Gustavo Alcorcel, uno de los imputados. Pero, apenas entró en la sala, todos lo reconocimos: es la persona que aparece en los videos de la policía federal caminando junto a Favale sobre las vías, con una gaseosa en la mano, cuando el grupo de barras bravas se acerca al Puente Bosch desde la estación Yrigoyen.

Muy a su pesar, contó que esa mañana estaba haciendo un trámite personal en Temperley cuando Alcorcel lo llamó a su radio y le dijo que "tenía que presentarse". Aunque trató de mantenerse al margen, como un mero espectador que llegó caminando de Avellaneda por arriba de la vía y siguió de largo a Yrigoyen a comprar unas gaseosas, terminó admitiendo que bajó el terraplén junto con los demás, y corrió por la calle Luján hacia los manifestantes que se retiraban.

"Había mucha gente arriba y abajo de las vías y también policías federales, abajo y arriba. Abajo había patrulleros parados. Los de arriba de las vías eran ferroviarios, los de abajo eran tercerizados, algunos tenían ropa de trabajo azul con cintas refractarias y la leyenda HERSO", contó. "Me fui a comprar una gaseosa a la estación y vi que llegaron unos chicos, unos 20 o 30, que se vinieron para donde estábamos, no los conocía, no saludé a nadie", dijo. Pero el video lo mostró crudamente al lado de Favale, dándole la mano, compartiendo la gaseosa con los "chicos", a la par de Alcorcel.

El presidente del tribunal quiso saber por qué fue. "Yo lo que menos quería era perder mi trabajo", admitió. Y luego, a preguntas nuestras, reafirmó: "Ya me echaron de otro trabajo porque no fui a una marcha de la UOM". Terminó contando que "al bajar había dos patrulleros que cortaban la calle, pero no impidieron que pasáramos, de hecho se pasó. Era un descontrol, un kilombo".

"Mariano saltaba y cantaba '¡Unidad, de los trabajadores....!'"

Pablo Daniel Chamorro, militante del MPR Quebracho y la CTD Aníbal Verón ratificó el relato hecho hace unos días por su compañera Dora. "Unos días antes fuimos convocados por un compañero de Fogoneros a una reunión con los tercerizados, donde había otras organizaciones, PO, MTR, Sitraic, etc. Los tercerizados contaron su situación y que querían iniciar otro plan de lucha. Nos comprometimos a acompañarlos", dijo. Así, con unos 60 o 70 de sus compañeros fueron a Avellaneda el 20.

"Había mucha policía, teníamos dos patrulleros atrás, unos 10 policías al costado y otros 10 o 12 de infantería. Arriba del terraplén iba la patota, todos hombres, nos gritaban `los vamos a matar, piqueteros de mierda'", y luego, lo que ya escuchamos de todos los compañeros que fueron declarando: "La patota nos tiró piedras, respondimos para que los compañeros pudieran doblar y seguir por la calle, eran unos cascotazos tremendos, hubo varios lastimados. Retrocedimos hacia Vélez Sársfield unas dos cuadras, hasta un puesto de choripán donde nos refrescamos, comimos algo, e hicimos una asamblea. Decidimos retirarnos y convocar otra actividad con más organizaciones. Aguantamos un momento porque vino un medio de prensa, C5N, hicimos unas entrevistas, y cuando nos íbamos vemos que la patota bajaba del terraplén a dos cuadras de distancia".

"Se pusieron en línea unos 30 compañeros para un cordón, con los palos y gomeras para defendernos, yo estaba atrás rompiendo piedras para que pudieran tirar. Atrás mío, a un metro, estaba Mariano, yo no sabía como se llamaba entonces, saltando y gritando `Unidad de los trabajadores... y al que no le gusta...'. Vi un tipo cuerpudo, con remera azul oscuro, que se apoyó en un auto rojo y disparó varias veces... escuché como 10 o 12 disparos. Cuando ese tipo disparó giré y lo vi al compañero que cae".

Pablo retrocedió para ayudarlo. Ya estaba José Tejeda, del SITRAIC, sosteniéndolo. Luego llegó Dora con la noticia de la herida de Elsa, y en la ambulancia vio a Nelson, con su pierna sangrando.

"Mientras nos atacaban gritaban `Aguante Pedraza, aguante la Verde, aguante la UOCRA", remató Pablo. Y otra vez hubo que explicarle al abogado del Gallego Fernández que una cosa es la burocracia de la UOCRA y otra la democracia del SITRAIC.

sábado, 13 de octubre de 2012

Día 26 - El motivo del crimen (11/10)

"El que avisa..."
Al iniciarse el debate, la compañera Claudia Ferrero abogada del PO, puso en conocimiento de todos, lo que a esta altura es una práctica común de la patota: el compañero Edgardo Marí, testigo que ya declaró en la causa, recibió tres impactos de bolitas de acero en el frente de su casa y varias llamadas intimidatorias en sus teléfonos. Se suman a la desaparición de Severo y a la amenaza del compañero Andino, por mencionar a las más recientes. Recordamos enseguida lo que alguna vez mencionó un defensor: "nosotros no podemos garantizar que estas cosas no pasen". Ya está claro que se trataba de un aviso.

"Nos pasaron a planta permanente después que mataron a Mariano. Estuve tercerizado 5 años."

Hugo Recalde, se llama el compañero tercerizado y despedido, que dijo esto en el primer relato del día y con una extraña mezcla de dolor y orgullo por saber que la lucha, aún a pesar de estos golpes, es imprescindible .
Estuvo ese día en la movilización y relató lo que ya conocemos: fueron insultados desde las vías mientras iban caminando después de desistir del corte. Fueron apedreados y agredidos por los de "la Verde" al llegar al Pte. Bosch. Hicieron la asamblea y decidieron retirarse. Él lo hizo por la villita pegada al Riachuelo y ahí escuchó las detonaciones "como disparos" que luego unirá a la muerte de Mariano. Vio al imputado Pablo Diaz, el hombre de Fernández y Pedraza en las vías, hablando con la policía y con " la Verde", así mentó a la patota.

"Llega una ambulancia. Vi a Elsa como desmayada y suben a Mariano ..."

El recuerdo quebró a Lucía Alazraki . Confirmó en su relato lo de los patrulleros enfrentados en barricada que al principio impedían el paso de la patota. Ella se iba con todos sus compañeros cuando los ruidos se multiplicaron y el griterío era feroz: "agarrá a los chicos y andate" y ahí vio desde lejos que el cordón de seguridad era agredido por la patota. Cuando cesó la agresión pudo ver tirado a un costado de la calle un bolso con los palos que los compañeros intentaron usar para autodefensa del cordón de seguridad.
La última vez que vio a Mariano, fue cuando éste se sumaba a ese cordón.

"Veo a tres personas tirando con la mano así (y dibuja el gesto de tiradores con experiencia, empuñando las armas de modo horizontal)"

Un testimonio incuestionable el de Jose Tejeda, compañero del SITRAIC que fue ferroviario, pero, desde hace varios años, es obrero de la construcción. Conocía el drama de los ferroviarios tercerizados y sometidos por la alianza entre Pedraza y Gerardo Martínez, cristalizada en la vigencia del convenio del gremio del buchón del 601.
Estuvo acompañando la movilización. Usó su gomera para defenderse del ataque de la patota. Pudo replegarse por la villa costera al Puente Bosch, vio a los patrulleros enfrentados cerca del Puente, participó de las asambleas que decidieron levantar la medida y de pronto "era como un malón", dijo, en clara alusión al ataque integrado, entre otros, por tres tipos robustos, vestidos con ropa azul, uno con un pullover natural, que se cruzaban entre sí y disparaban hacia el cordón de los compañeros. Ya no vio más a los patrulleros. En cambio, "veo a un chico que se cae de boca, como si sufriera de epilepsia, lo levanto y le veo el balazo en la tetilla. Grito..."
Entonces dijo que la gomera se le rompió, pero que así y todo "los hicimos retroceder".

"Desde que asumió UGOFE, el gremio era una oficina de personal"

Jorge Darío Hospital es un guarda del F.C. ROCA, referente de Causa Ferroviaria: "No estuve en el lugar, pero participé del proceso de lucha de los tercerizados por el pase a planta permanente. Asistí a todas las asambleas, incluso a la que decidió iniciar conversaciones con el Ministerio de Trabajo sobre los 100 despedidos por haber pedido ropa de trabajo y elementos de seguridad. La negociación que duró un mes fue frustrante, apenas 11 fueron reincoporados.
Pasar a planta permanente es un objetivo de cualquiera que trabaje en el ferrocarril: salarios multiplicados, condiciones de mayor seguridad laboral, carrera ferroviaria. La tercerización abarata la mano de obra y divide a los trabajadores porque al hacer tareas más duras y menos remuneradas, no se unen en reclamos comunes.
Se decidió continuar la lucha hasta hallar solución para todos los despedidos. Por eso se resolvió cortar el 20 de octubre. Fue muy conocido que la empresa liberó el servicio en el Taller de Escalada para que impidan el corte. Lo hacían con la comisión de reclamo de la UF, siempre, días atrás lo habían hecho para ir a River al acto con Moyano, Néstor y Cristina Kirchner.
En este caso la U.F. no sólo no apoyó el reclamo, sino que inició una furibunda campaña de desprestigio de la lucha entre compañeros y pasajeros. Un ejemplo: hicieron correr que si entraban los tercerizados no ingresaban los hijos de los de planta. En la cooperativa de tercerizados Unión Mercosur, nunca tuvieron participación activa los compañeros, por eso nosotros recogíamos sus demandas.
Los mecanismos democráticos en la U.F. son inexistentes. Pedraza y Fernandez, a través de sus delegados Díaz y Carnovale, influenciaban a los trabajadores permanentemente. Al manejar los resortes de personal como una oficina del sector, la UF dificultaba la promoción de listas opositoras. Yo mismo fui patoteado por los mismos que después patotearon en septiembre en el hall de Constitución y en octubre matan a Mariano. Uno de ellos, Sánchez, hizo varias veces ostentación de armas de fuego.
Este revelador testimonio de la realidad imperante en la cotidianidad laboral del ferrocarril, finalizó con el reconocimiento de varios imputados en fotografías que los ubican entre los agresores del 20 de octubre y una perlita: caminando entre los agresores, reconoció a otro hombre clave de Fernández y Pedraza, al delegado Carnovale de la Comisión de Reclamos, y a Héctor Hourcade, jefe de transporte de la empresa. Un dato que confirma que "están todos los que son pero no son todos los que están"

Hizo mérito, pero no pudo evitar que le crezca la nariz.

Karina Benemérito, es una testigo de interés para la defensa de los capos Pedraza y Fernández. Es una burócrata socia de la banda detenida, secretaria de Relaciones Internacionales de la UF. Su función era viajar. Ex trabajadora de boleterías cooptada por la burocracia con dos sueldos de mayor nivel y un periódico chequín por aeropuertos, ese día estuvo en la sede de la UF en un congreso de Latin Rieles junto a Pedraza y Fernández. Como fuma mucho, se fue enterando de lo que ocurría en Avellaneda porque despuntaba el vicio en su oficina de a ratos y allí veía la TV. Dice que ella tenía en su poder los teléfonos de Fernández para que a éste no le suenen en el escenario y que los atendía. Entre los suyos y los de su capo, colectó decenas de llamados de Díaz y Gonzalito (asi llamaba al otro imputado) y otros que no recordó. No supo aclarar a qué se debieron tantos llamados. Lo que intentó articular, sonó a pueriles excusas tales como "hablé con Gonzalito porque me tenia que pagar el teléfono que vencía el 10 de noviembre", o "a Pablo Díaz lo llamé para preguntarle si estaba viniendo para el Congreso a pedido de Fernández", es más "Pablo Díaz se enteró por mí a las 4 de la tarde de lo que había ocurrido...".
Zozobró cuando, preguntada cómo se enteró de la muerte de Mariano, dijo "por los medios" pero cuando a pedido nuestro le fue leída su declaración en la que dijo otra cosa bien diferente, admitió que estaba errada. Lo cierto que esa admisión incluye que estuvo con otros personajes que las evidencias filmadas ubican en el preciso lugar del crímen. Y aquí sí, ya no se equivoca solamente, sobremanera siendo una de las que se encontraba en una reunión extraña con Fernández, Pablo Díaz y Alcorcel evaluando lo sucedido en un club de Alte. Brown cuando detuvieron al segundo...
La estrategia de querer salvar a Fernández con el testimonio de Benemérito, sólo ha servido para complicar la situación de la viajera.

"No se evaluaba si los accionistas de las contratadas eran los mismos que los integrantes de la UGOFE"

Zeni Jaunsarás, fue gerente de contratación de UGOFE hasta el mes pasado.
Reconoció que el mecanismo de pliegos y condiciones para las contrataciones eran un mecanismo de apariencia.
La UGOFE licitaba la toma de personal entre varias empresas, entre ellas, la Cooperativa del Mercosur de Pedraza y Cia.
Fijaba como norma el precio más bajo de ofertas y se lo hacían conocer a todas las empresas para que éstas fijaran el mismo valor y en lugar de contratar con una sola lo repartían entre varias. El precio de plaza, lo fijaban las mismas empresas!!! Un negocio redondo, basado en un valor monopolizado por la alianza de los explotadores, que a la cooperativa de Pedraza le significó en 2010 más de 10 millones por mes del total de 66 millones mensuales derivados por el estado en carácter de subsidio.
El mismo testigo era quien analizaba y evaluaba las "virtudes" de la empresa a contratar. Preguntado específicamente sobre si se evaluaba la posibilidad de resultar accionistas de las contratadas y a la vez de la UGOFE, respondió que eso no, no se evaluaba.
El móvil del crimen huele a negociado.

martes, 9 de octubre de 2012

Día 25 - “Zurdos sucios, muertos de hambre, ya matamos a uno” (9/10)

“Puede que nos ensuciemos porque estamos en la calle”, dijo Nancy Arancibia Jaramillo, militante del Polo Obrero cuando recordó, en la audiencia del 9 de octubre, los gritos de la patota de la Unión Ferroviaria, “pero cuando llegamos a casa nos bañamos y quedamos limpitos”...

Nancy, junto a Elsa Rodríguez, recibió los piedrazos del grupo de choque a las órdenes de Pablo Díaz al pie del Puente Bosch, y fue herida en la cabeza. Su imagen con el rostro surcado de hilos de sangre aparece en varios de los videos incorporados al debate.

Ya desde temprano, cuando llegó sola a la estación Avellaneda del FFCC Roca para sumarse a la movilización con los trabajadores tercerizados, Nancy advirtió el clima enrarecido, con muchos policías de uniforme y de civil, y muchísimos más individuos que comentaban entre ellos “Hoy no va a haber corte”.

Como varios de sus compañeros en las jornadas anteriores, y como su propia nuera, Verónica Viviana Silva, que declaró primera por la mañana, Nancy contó que cuando la columna de militantes y tercerizados comenzó a marchar paralela a las vías, con la patota hostigándolos con toda clase de insultos desde lo alto del terraplén, los referentes fueron bien expresos: “No contestemos, no insultemos, cantemos las consignas”.

Su relato se fue entrelazando con todos los que ya hemos oído de compañeros del PO, del Polo, del MTR, de Ademys, del Sitraic. Habló de los cascotazos cuando creyeron que podían subir a las vías, y apareció la patota, que instantes antes no se veía. Contó cómo ella, Elsa y otras compañeras quedaron aisladas entre los piedrazos de la patota y los disparos de la policía, y sus compañeros las rescataron, interponiéndose para que cesaran los balazos de goma. Relató el rato de descanso y balance en la parrillita al paso, mientras asistían a los heridos, como ella y Elsa; la decisión consensuada de desconcentrar hacia la avenida, y el ataque furioso.

“Los vi bajar corriendo como animales, y le dije a la chica del canal [Gabriela Carchak, de C5N] que le había hecho una nota a Elsa, que no apagara la cámara, que esos nos mataban. Llenaban la calle... me acuerdo del que tenía un cuello ortopédico que corría y gritaba [Daniel González, de la UF] ... El compañero que llevaba al hombro el bolso con los palos lo tiro al piso y los sacaron para hacer un cordón.. yo me perdí de mi nuera, me fui de nuevo para atrás y lo vi a Mariano que retrocedía, se agarraba así ... lo llamé y no me contestó... se fue cayendo sentadito... pensé que era un desmayo, le dábamos aire, vino María [M. Wenceslada Villalba] que lo acostó, otros compañeros se acercaron... levantaron la remera y vimos tremendo agujero... se nos moría...”.

El presidente del tribunal tuvo que ordenar un cuarto intermedio para que se aflojara la tensión que fue creciendo a lo largo del testimonio que brotaba desde la tripa de la compañera, con los ojos llenos de lágrimas, y tanta, tanta bronca. Unos minutos después, Nancy continuó contando que vio a Nelson Aguirre y a Ariel Pintos heridos.

“Los que fueron a golpearnos no creo que sean trabajadores”, dijo con la naturalidad de quien, con conciencia de clase, no confunde al que defiende los intereses del enemigo. Tampoco se confundió Nancy con las tretas del abogado Freeland, que volvió a la carga con uno de sus recursos favoritos desde que se inició el debate: “¿Ud. sabe que cortar vías es un delito?”.

Matar obreros no, para el atildado letrado y su defendido Fernández.

Después del mediodía, declaró Andrea de Yulis, ex mujer de un ferroviario que siguió viviendo, después de su separación, en una de las “casas ferroviarias” de Hornos 97. Desde adentro, con años de conocimiento de los movimientos de Constitución y del Roca, la mujer habló de los afiliados de la UF que reconoció cuando vio las imágenes de Barracas en la televisión, como Daniel González y Alejandro Benítez –el testigo aportado por el intendente “Barba” Gutiérrez-, y de la frecuencia con que circulaban armas en el sector Encomiendas, arriba del gimnasio del “testigo protegido”, donde había visto dos o tres veces, antes de octubre de 2010, a Favale.

Habló de los otros “pesados” que no están imputados, a los que ya hicieron mención otros testigos, como el “Chuli” Carruega, “Beto”, Saldaña, Barreto y otros.

Después de los ya aburridos, por reiterados, planteos de los defensores por falsos testimonios y falsedades ideológicas varias, llegó el último testigo de la jornada, Guillermo Augusto Harvey, quien se encontraba en 2010 a cargo del área de Recursos Humanos de la Unidad Ejecutora del Programa Ferroviario Provincial (Ferrobaires). Explicó que, cuando se creó Ferrobaires en 1993, la Ejecutora “heredó” el personal de planta permanente de Ferrocarriles Argentinos, bajo los convenios de la UF, La Fraternidad, Señaleros y el gremio de Personal de Dirección, pero, poco a poco, fue creciendo la planta transitoria, hasta llegar a igual número de contratados que de planta permanente, y dio algunos detalles sobre el manejo sindical de la burocracia.

viernes, 5 de octubre de 2012

Día 24 - Jornada bisagra (4/10)

No sólo por la desaparición-aparición del testigo Alfonso Severo, la de ayer fue una jornada bisagra en el desarrollo del juicio. También, porque cierra el capítulo de la autoría y responsabilidad de la patota y de la policía en el ataque criminal al tiempo que despejó el camino, para demostrar que el móvil del crimen fue inspirado en los niveles más altos de la Unión Ferroviaria comandada por José Pedraza y Juan Carlos Fernández.

En un clima enrarecido por la noticia de la desaparición del testigo Severo, el mismo que dio cuenta oportunamente de la existencia de armas en Constitución y en el Museo Ferroviario, el que reconoció que fueron citados el día 19 de Octubre de 2010 para planear la movida criminal, el que involucra a Pedraza y Fernández en los negociados más suculentos de la explotación ferroviaria, debía declarar también el testigo José "Cacho" Andino, compañero del MTR de Florencio Varela, quien días antes de la desaparición de Alfonso Severo, sufrió las amenazas de dos tipos armados en una moto roja a pocas cuadras de su casa.

Estos episodios pintan a las claras la sensación que impera en el juicio: los patoteros y la policía quedaron ampliamente comprometidos en los roles que desempeñaron en el crimen (el relato de los testigos es contundente) y ahora la desesperación gana a quienes lo inspiraron e instigaron.

"Por qué no empezamos ahora?"
Resueltas cuestiones previas, como tecnicismos sobre la participación de fiscales adjuntos y la incorporación de notas periodísticas , inició el desfile de testimonios, el compañero Osvaldo Vazquez, del MTR Teresa Rodriguez. Con precisión y certeza, refirió desde "las raras charlas que sostenían los de la UF con Pablo Díaz y dos comisarios de handy y traje (Mansilla y Ferreyra) sobre las vías, momentos antes de iniciarse la movilización". Dijo que cuando los de la UF se encolumnaban para copar el andén, pasaron cerca de él y se decían "¿Por qué no empezamos ahora?", en clara amenaza encubierta de que venían para aleccionar.
Contó que vio a un camarógrafo con la cámara al hombro acompañando a los de la UF, cómo debieron replegarse ante el primer ataque con una fenomenal pedrada desde las vías, cómo se pusieron a resguardo, cómo debieron socorrer a los compañeros heridos, y cómo la policía facilitó el ataque final de la patota al correr los patrulleros que al principio se interponían. Vio a un tirador con arma de fuego en su cintura, escuchó los disparos y también vio cómo se le trababa el arma y la oportunidad para correrlos y obligarlos a retroceder. Los patoteros tiraron tiros y después corrieron otra vez hacia dónde estaban los patrulleros. Explicó claramente cómo se garantiza la autodefensa de los movilizados, que se hace para repeler las agresiones y garantizar que los compañeros puedan retirarse sin daños.
La histeria que empezaba a ganar al Dr. Freeland, abogado de Fernández, no pudo conmover la precisión y certeza con la que el compañero Vazquez sepultó cualquier excusa defensista.

"Quién carajo te dijo que viste una escopeta!?"
Fue el turno entonces del compañero Jose "Cacho" Andino. Refirió lo mismo que Vazquez, pero por su ubicación distinta al tiempo del ataque final de la patota, además de los tiros que escuchó, vio a uno que portaba una escopeta, dando cuenta de la existencia de varios tiradores. Se quebró cuando recordó que volvió y encontró a Mariano convulsivando y recobró energía para recordar que la policía movió sus patrulleros para facilitar la corrida de los agresores. Soportó la desbocadas preguntas del abogado de Fernández y reconoció en vídeos y fotografías que se le exhibieron, a los imputados.
A preguntas de nuestra querella, contó que hace un par de días, bajando del colectivo a cuadras de su casa en Varela, fue interceptado por dos tipos que venían en una moto roja y concretamente lo amenazaron "Ni tu vieja te va a reconocer de cómo te vamos a dar", "¿quién carajo te dijo que viste una escopeta?" siendo esa la mayor preocupación de los sicarios. Supo que esa moto merodeó minutos antes su casa, hizo la denuncia y resguardado por muchos militantes de su organización vino al juicio para dar su valiente testimonio.


"No me gusta que se rían de mi"

Siguió la declaración de Leonardo Franzín, tiene 16 años de trabajador ferroviario de los Talleres de Remedios de Escalada y es militante de la Agrupación Causa Ferroviaria. Contó con detalle y pormenorizadamente, cómo es el sistema de aprietes y presiones que sufren los trabajadores para ir a actos y movidas necesarias para la burocracia sindical y para la empresa.
Que esas convocatoria siempre son difusas, "ir a un acto", "impedir un corte", formuladas por el imputado Alcorel y otros delegados afines. Casi 100 compañeros de trabajo salieron ese día salteando el trámite interno que debe hacerse para salir, lo que demuestra la alta complicidad de la empresa UGOFE "que tenía interes en reprimir" según dijo.
Contó que él se quedó trabajando y que cuando volvieron sus compañeros el clima era tenso, con varios trabajadores temerosos y evidentemente presionados por la convocatoria y el resultado.
Después contó como es el manejo en el taller por parte de la Unión Ferroviaria dónde Pablo Díaz que es el principal delegado e integrante de la comisión de reclamos, responde verticalmente a lo que ordenan Pedraza y Fernández. Que por muchos años no se convocaban elecciones de delegados, que cuando se presentaron en dos oportunidades su lista ganó en talleres pero como impera la lista sábana no accedieron. Que el tema de los tercerizados es responsabilidad de la UF pues esa organización sindical "accedía, permitía y fogoneaba la tercerización laboral en el ferrocarril ", sobremanera porque Pedraza maneja la cooperativa Unión Mercosur que es " la más escandalosa implementación de la tercerización", sostenida por el subsidio estatal a través de la Secretaría de Transporte. "Los tercerizados son algo más de 1000 sólo en el Roca" lo que da una idea del negocio.
Momento cumbre de su relato: dijo que entendía que el sindicato por cuestión de principios  cuestión ética, no podía ser al mismo tiempo una empresa. El abogado Freeland, defensor del sindicalista-empresario Fernandez, quiso replicarle. Se generó un intercambio que evidenció la ignorancia del abogado respecto de esas cuestiones provocando la risa del público. La histeria del letrado pudo más y soltó un "No me gusta que se rían de mí", es el mismo que con petulancia y desprecio interroga a los testigos que ayer lo tuvieron a maltraer.
En otro pasaje, el defensor de Pablo Díaz intentó desmerecer la lucha del testigo reprochando su aparente escasa representatividad, lo que mereció un fuerte cruce de nuestros compañeros abogados querellantes en los siguientes términos: "¿Desde cuándo el reproche por ser minoría legitima el crimen de un militante?" Con lo que finalizó el valioso testimonio.

No hablo con Fernández, pero...

Terminó la jornada con un testigo poco menos que curioso. Juan Ramon Molina. Ferroviario de los talleres de Escalada. Que contó sobre su temor ante las convocatorias, el temor generalizado de cuando los obligan a ir bajo amenazas de desprotección gremial. Que fueron ellos quienes atacaron a los movilizados al punto de haber recibido un piedrazo en su espalda tirado desde su propio grupo, y que retrató a Favale como el tirador proveniente del grupo que parecía venir de un partido de fútbol.
Que a su vez, dijo claramente que los "los policías nos dejaron pasar a nosotros y una vez que nosotros estuvimos bien, recién ahí taparon la calle". Finalmente, dijo que al otro día pidió explicaciones y que le ofrecieron un abogado.
No reconoció haber tenido vínculo con el imputado Fernandez después de haber ido a declarar la Fiscalía, pero hay una escucha que lo desmiente, y esa parece ser la razón por la que no recordó algunas otras cosas que sí dijo en la instrucción y que comprometen a Pablo Díaz, el hombre de Pedraza y Fernandez en las vías.

Una etapa prácticamente se ha consumado, los hechos han quedado retratados tal como los denunciamos siempre. La patota y la policía operando juntos en el ataque a los tercerizados, responsables inmediatos del asesinato y las lesiones de nuestros compañeros. Vamos de lleno sobre la autoría y responsabilidad de los inspiradores. Móvil del plan común criminal. Piezas que encajan en el rompecabezas de la Triple Alianza Antiobrera.

jueves, 4 de octubre de 2012

COMUNICADO - El Estado es responsable de la desaparición de Alfonso Severo (04/10)

El Estado es responsable de la desaparición de Alfonso Severo, testigo en el juicio de Mariano Ferreyra.

La desaparición de Alfonso Severo ocurre en medio de constantes amenazas a testigos del asesinato de Mariano. Hace apenas unos días, denunciábamos que José "Cacho" Andino, militante del Movimiento Teresa Rodríguez e integrante de la manifestación de los tercerizados el 20 de octubre de 2010, fue apretado por dos hombres que, entre otras cosas, le gritaron "¡Piquetero hijo de puta! ¡Ni tu madre te va a reconocer si seguís hablando!" y le hicieron concretas referencias a su declaración, prevista para hoy, jueves 4.

Cada vez más, las declaraciones de los testigos dejan al descubierto el funcionamiento que tuvieron y tiene la burocracia, la empresa y el gobierno para explotar a los trabajadores, en este caso, a los ferroviarios que luchaban por el pase a planta permanente, entre otros negocios. Cuanto más claro va quedando esto, más han sido las amenazas y los aprietes sufridos por los testigos.

El plan organizado que se llevó adelante el día que mataron a Mariano Ferreyra, tenía como objetivo aleccionar a los trabajadores para que dejaran de luchar por sus justas reivindicaciones de clase.

Denunciamos que el accionar de la burocracia, el gobierno y la empresa no se detuvo cuando mató a un compañero y que persiste en reprimir y disciplinar a los trabajadores para que no luchen y no hablen.

El aparato estatal es uno solo, es por eso que hacemos responsable al Estado y al resto de la Triple Alianza Antiobrera de la desaparición de Alfonso Severo.

Concentramos hoy en Plaza de Mayo a las 17 hs.

A poco de cumplirse dos años del asesinato de Mariano Ferreyra por parte de La Triple Alianza Antiobrera exigimos:
¡EL ESTADO ES RESPONSABLE!
¡BASTA DE REPRESIÓN!

CORREPI
Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional

martes, 2 de octubre de 2012

Día 23 - "Un zurdito menos" (02/10)

La audiencia comenzó con la arremetida conjunta de las defensas contra la decisión administrativa de la Procuración de la Corte de sumar otros dos fiscales a los ya existentes, la Dra. Jalbert y el Dr. Boggeti. L designación de los fiscales Gamallo y Domínguez desató todo tipo de argumentos, desde quejarse porque "hay desproporción de armas, tenemos que defendernos de cuatro fiscales", hasta impugnar a Mariano Domínguez porque fue el secretario de la fiscalía de instrucción. "Hubo una instrucción incompleta" aulló el defensor del "Gallego" Fernández, Dr. Freeland, lo que sonó muy parecido al reclamo de "memoria completa" de los defensores de los genocidas... como varios de los que hoy defienden a los asesinos de Mariano. Así lo destacó la compañera Verdú, que señaló que ésta es una nueva maniobra para empiojar el trámite y embarrar la cancha... aunque lo dijo un poco más académicamente. La fiscal Jalbert pidió tiempo para responder, así que el tema se pasó para el jueves, y el impugnado Dr. Domínguez fue forzado a abandonar a sala.

Antes de que ingresara el primer testigo de la jornada, informamos al tribunal de las amenazas recibidas durante la audiencia del lunes 1º por el compañero José "Cacho" Andino, "casualmente" el mismo día que declaraban sus compañeros del Movimiento Teresa Rodríguez, y 48 horas antes de su propia declaración (ver Boletín nº 674 de CORREPI en www.correpi.lahaine.org)

El primer ocupante del estrado fue el compañero de la Tendencia Piquetera Revolucionaria, Lucas Emilio Malaspina, que explicó con claridad que su organización apoyaba la manifestación y corte de vía de los tercerizados, y relató el proceso previo a la convocatoria. Su firme testimonio coincidió con el relato de los compañeros que lo precedieron, relatando la presencia de la policía y la patota en la estación Avellaneda, lo que modificó el plan inicial, y la caminata por la calle lindera a las vías, bajo los insultos del grupo de choque que los seguía sobre el terraplén.

Con lenguaje preciso, describió el intento de subir a las vías, el ataque de la bonaerense, y la intervención de los compañeros del PO, Belliboni y Martínez, que increparon a los policías porque disparaban sus balas de goma sobre ellos, y no sobre quienes los apedreaban desde arriba de las vías.

En coincidencia con Mauricio González, recordó el grito de guerra de la patota: “Viva Perón”.  Contó que se replegaron sobre Luján, y que, una hora y pico más tarde, cuando se retiraban, vio -pese a su gran miopía- el espectro borroso de los patrulleros cuando se abrieron para dar paso a la patota de la Verde.

Lucas estuvo en la línea de defensa improvisadamente armada, ese cordón que desvela a los defensores y que no es más que la natural reacción de los militantes que asumieron la defensa de sus compañeros. En un momento, con la patota muy cerca, oyó disparos, y vio un hombre haciendo un ademán compatible con el acto de disparar.

A preguntas de las defensas, fue muy claro: "La protesta era contra UGOFE, contra las empresas tercerizadoras, contra la burocracia sindical y contra el gobierno", y satisfizo la inquietud del curioso Dr. Freeland, que quiso saber qué es la TPR.

"Un zurdito menos"

Eso fue lo que el fotógrafo de Clarín, Gerardo Martín Dell’Oro, oyó decir en la estación Avellaneda, cuando la patota volvía después del ataque.

Dell'Oro fue enviado por el diario cuando comenzaron a llegar a las redacciones las noticias del ataque. Vio a la patota regresando, en varios grupos, y sacó más de 80 fotos.

Describió al “calvo en cueros”, que era Gustavo Alcorcel, junto a 6 u 8 más, que venían en grupo cerrado, y otros cien más, en actitud festiva, que celebrabn que no se habían cortado las vías.

“Un zurdito menos”, le dijo uno a otro, mientras el periodista guardaba su equipo en el bolso.

“Está bien, no vamos a filmar”

Matías Sebastián Avellaneda, empleado de seguridad de la empresa Chevallier, contó que vio el grupo de más de 50 personas que se instalaron sobre la calle, con sus banderas y pancartas, en Santa Elena y Luján. Dijo que no le causaron miedo, incluso se acercó a preguntar por que estaban ahí, y los compañeros le explicaron que era por los despidos de los ferroviarios.

El miedo llegó cuando vio a otro grupo que corría desde el puente. Ahí cerraron el portón de la empresa, donde se resguardaron, también, una chica y uno o dos muchachos de un canal de televisión, a los que, segundos antes, un par de los que corrían amenazaron para que no filmaran.

“Está bien, no vamos a filmar”, dijo alguno de los trabajadores de C5N, aunque, afortunadamente, la cámara nunca se apagó.

Día 22 - “HDP…nos acaban de apedrear y ustedes nos tiran” (01/10)

En una nueva jornada del juicio, prestó testimonio Damián Reynoso, compañero y amigo de Mariano. Con su relato se vuelve a confirmar el rol activo de la bonarense, mediante la represión a los tercerizados y a quienes estaban en ese momento solidarizándose con su lucha, como el rol de federal, al abrirle el paso a la patota para su ataque final, asesino y cobarde contra los manifestantes. Tan evidente fue ese rol que Damián los increpó al grito de “HdP…nos acaban de apedrear y ustedes nos tiran”. Cuando se trata de reprimir a los trabajadores, en sus distintas variantes, buscar la diferencia entre la bonarense del “derechoso” Scioli con la federal de la “progre” CK, resulta más difícil que encontrar la cuadratura del círculo.

Con el testimonio de Damián volvió a quedar en evidencia, una vez más, que se trató de un ataque cuyo objetivo no era impedir el corte de vías, del cual se había desistido por las agresiones recibidas por la patota, sino aleccionar a los trabajadores tercerizados porque el ataque comenzó cuando éstos habían comenzado a retirarse del lugar.

Damián pensó que, luego de la apedreada de la patota y de la represión con balas de goma por parte de la bonarense, lo peor ya había pasado, pero en realidad estaba por venir. Cuando la patota decidió su ataque final, junto con Mariano y otros compañeros, formaron el cordón para cubrir la retirada de mujeres, niños y mayores. Defendiéndose y defendiendo a sus compañeros de la patota, en un momento, miró hacia un costado y lo vio a Mariano, tirado en la vereda y pensó que había recibido una piedra. Pero cuando se acercó, tomó conciencia de que a Mariano lo habían herido de bala Se puso a su lado y ya no se alejo un segundo más de él. Lo acompañó, sosteniéndolo dentro de la ambulancia, hasta la entrada de urgencias del Hospital Argerich, dándole fuerzas y pidiéndole a su amigo que resista, aún sabiendo que tenía pocas posibilidades de hacerlo.

Y pese a las amenazas recibidas en los teléfonos de varios familiares, presto hoy su testimonio derrotando a los cobardes anónimos.

"¡¡¡Viva Perón!!!"

Ese fue el grito de guerra con el que uno de los matones a sueldo de la UF se paró en medio de la calle, desenfundó su revólver y comenzó a disparar contra los trabajadores cuando éstos habían comenzado a retirarse. Así lo transmitió en su relato Néstor Mauricio Gonzalez, docente de Ademys y militante del FAR, recordando lo vivido el 20 de Octubre. Cualquier comparación con otros “episodios” de la historia del movimiento obrero argentino, no es casualidad.

Mauricio también dejó un relato vivo de cómo, a pesar de la superioridad numérica, de armas y, por si fuera poco, con la “ventajita” de la federal cubriéndoles la espalda, los “valientes” patoteros huyeron, tanto porque ya habían cumplido su objetivo, como porque los compañeros los enfrentaron a pura piedra y gomera, con la fuerza y valentía de saberse defendiendo una causa justa y necesaria. Ello fue así aunque el Dr. Igounet -defensor de Uño- no se haya “percatado” nunca de por qué no siempre el ejército más numeroso y mejor armado pudo cantar victoria.

Dado que Mauricio llamo todo el tiempo a la patota por su nombre, es decir patota, el Dr. Freeland, defensor del “Gallego” Fernández, le solicitó al compañero que distinguiera por qué a uno de los grupos lo llamaba patota y al otro no; por ello el compañero le aportó al defensor su definición de patota: “grupo de gente que intenta impedir el reclamo justo de los trabajadores mediante la violencia”. Ergo: los trabajadores que intentan organizarse y defender sus derechos o exigir su reconocimiento nunca pueden ser ni funcionar como una patota.

Los comisarios y sus amigos de las vías


Luego fue el turno de la compañera Natalia Muñoz del MTR, que junto a sus compañeros llegó a las 10 de la mañana, una hora antes de la cita, permaneciendo unos 20 minutos en el andén de la Estación de Avellaneda. En ese lapso vieron el arribo de un tren que venía de Temperley del que se bajaron unas 50 personas de la UF y un petiso pelado (Pablo Díaz), que, al verlos, les dijo a sus seguidores “comencemos ahora” y la emprendieron contra los compañeros al grito de: “zurdos, putas, cagones”. Los insultos demuestran la nula existencia de ideas que defiende la patota de la UF y el hecho de estuviesen a las 10:20 en el lugar donde se había resuelto cortar, da cuenta una vez más de que no se trató de ninguna reacción sino de un plan previo. También la compañera relató cómo, en la otra punta del andén, estaban entre 3 y 4 policias de Infantería, y entre éstos y Pablo Díaz se ubicaron los comisarios, vestidos de civil y handy en mano. “Díaz se acercaba a los comisarios, habla con ellos y luego con la patota, así varias veces”

Como nos tiene acostumbrados el Dr. Freeland, intentó, dentro de su tesis del “enfrentamiento”, igualar los palos y las gomeras a armas de fuego. A la pregunta de por qué llevaban palos, la compañera le explicó que “los palos son para defenderse y para proteger a la gente que no se puede defender”, agregando que, como organización, tienen “un grupo de autodefensa, en el que participa cualquier compañero que quiera”. El Dr. Freeland, sabiendo de antemano la respuesta y no temiendo hacer el ridículo, quiso saber donde se entrenaban en el uso del palo….No existe tal entrenamiento, respondió Natalia. La solidez de las respuestas de la compañera en toda su declaración, y en particular en este punto, le privaron al Dr. Freeland de solicitar, como lo viene haciendo, el falso testimonio de la testigo.

“Mejor que no corten las vías porque los matamos a todos”


El compañero David Orellana, también del MTR, prestó testimonio y señaló que, cuando se dirigió a buscar a sus compañeros que habían llegado a la estación, se cruzó con alguien que se le paró enfrente y le preguntó “¿van a cortar?”, "no", respondió David. “Mejor así” le contestó el petiso pelado. Al exhibirle una fotografía en la sala de audiencias, el "Chino" señaló a Pablo Díaz como quien realizó la pregunta. En el camino de regreso al lugar de la concentración, recibieron la amenaza en conjunto de la patota: “mejor que no corten las vías porque los matamos a todos”. A pesar de que los únicos que cortaron las vías fueron ellos, llevaron adelante la amenaza matando a Mariano e hiriendo gravemente a Elsa y Néstor.

David también realizó un aporte importante en cuanto a la señalización de Favale como uno de los tiradores. Contó que cuando la patota, luego del ataque final, comenzó a retroceder, “veo a uno que saca un arma de la cintura, con la mano derecha y la apoya en la cintura, realiza 7 u 8 disparos; sigue gatillando pero no salen más disparos, se da vuelta y corre entre otros. Tenía pelo corto, negro, piel blanca, bigote tipo candado, 1.75 u 1.80 mts, robusto, con algo de panza, remera oscura, jean azul gastado y botines de trabajo”. Ante semejante descripción, la defensa de Favale pidió que explicara cómo, si en la instrucción había declarado que “no se acordaba del rostro” ahora había declarado con tanto detalle. El compañero, sin dudar, contestó que le habían hecho un reportaje la semana pasada en el lugar de los hechos y que ahí recordó muchos detalles que no había brindado en su declaración de instrucción.

Y una vez más, el Dr. Freeland intentó avanzar por la línea de palos, piedras y gomeras. Al igual que su compañera Natalia, David le explicó al abogado que “las gomeras en nuestro movimiento se llama autodefensa, es para defender a nuestros compañeros de agresiones de afuera”.

Una jornada más de valiosos testimonios aportados por los compañeros.

Y esta vez no fue la compañera Verdú la que arrancó carcajadas del público, sino que el Dr. Igounet le arranco una a ella que resonó en toda la sala, por lo que recibió un “retito” de Díaz, Presidente del Tribunal, que ante su carcajada le dijo “yo sé que fue espontánea... pero doctora…” ¿Qué la provocó? El Dr. Igounet, pavoneando su desconocimiento sobre las organizaciones existentes del campo popular, ante la respuesta del compañero Mauricio sobre las organizaciones presentes el 20 de octubre, entre ellas el MIR, repreguntó, alarmado: “¿El MIR Chileno?”.