Naredo, beneficiado con una falta de mérito "express" por el juzgado de instrucción nº 21, tiene ahora su panorama bastante más ensombrecido, pues, a instancias de nuestra querella, después que las pericias demostraron que fusiló a Jon con el arma apoyada en su cabeza y cuando el pibe estaba agachado, el fiscal pidió su procesamiento. Nos quedamos con las ganas de verle la cara, porque Naredo, junto a otra media docena de intrascendentes testigos policías, fue desistido por la fiscalía.
Luego transitaron dos nuevos especímenes del "no-me-acuerdo" policial. Primero, el subinspector Víctor Marcelo Apaza, que intervino en un par de allanamientos, como el del edificio de la UF y una de las cooperativas vinculadas, y también llegó a la lujosa torre de Puerto Madero para efectivizar la detención de José Ángel Pedraza. Luego, Liliana Noemí Gómez, que lo único que supo decir fue su nombre, grado, y la comisaría en la que revista...
Por la tarde, cambiamos del azul al verde, porque vino el cabo Jorge Andrés Tejada, de la gendarmería, que pertenece a la UESPROJUD, la Unidad Especial de Procedimientos Judiciales, la dependencia que administra las bases de datos del sistema de espionaje a las organizaciones populares llamado Proyecto X. Parece que el virus de la desmemoria no respeta colores de uniforme, porque también el gendarme resultó atacado. Se acordaba que fue a los talleres ferroviarios de Escalada a hacer inteligencia, pero no con quién habló, qué le dijeron o si obtuvo algún dato... Un vacuna anti-amnesia ahi!
Una jornada, en resumidas cuentas, olvidable.
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